El conseller balear de Movilidad y Vivienda, Marc Pons, aseguró ayer en una visita al puerto de Sant Antoni que «antes de final de año» se tiene que decidir si se recupera o no el tráfico de vehículos y mercancías de los ferris. La suspensión cautelar o moratoria que aprobó el Govern para impedir el desembarco de vehículos de los barcos que atracan en Sant Antoni acaba a finales de este año. «En los próximos meses debemos mantener reuniones con el Ayuntamiento para concretar una respuesta. Nuestra voluntad es la de hablar las cosas y buscar acuerdos. Así hemos trabajado siempre», se limitó a decir Pons.

Por su parte, el alcalde, Marcos Serra, descarta ya la consulta popular que había planteado el equipo de gobierno para tomar una decisión. «La ley no permite que el Ayuntamiento convoque una consulta popular sobre una cuestión que no es de su competencia. Nosotros podemos pronunciarnos, pero Ports de Balears [empresa pública del Govern] tiene la última palabra. Nuestra idea era hacer una consulta popular, pero al tener una competencia directa no podemos», justifica Serra.

El alcalde aboga por la propuesta que su partido, el PP, defendía en el pasado mandato: «Si los camiones son molestos, al menos que se permita el tráfico rodado de los pasajeros con sus vehículos». De todos modos, Serra apunta que se debe reunir con sus socios de gobierno (Proposta per Eivissa y Ciudadanos) y con diversas entidades sociales del municipio para debatir esta cuestión. También con las navieras porque si se toman medidas y a éstas no les interesa operar en esas condiciones, «mejor decirles que directamente no vengan», indicó.

Serra señala que también se pueden estudiar otras cuestiones para evitar los problemas de tráfico en el puerto, como que los ferris no embarquen ni desembarquen en horas puntas. Además, para evitar las molestias que ocasionan a los bañistas las olas que generan los ferris, el alcalde también señala la posibilidad de que los ferris lleguen y abandonen la bahía a primera y última hora del día y que se reduzca más la velocidad.

Hay que tener en cuenta que el comité ciudadano, el órgano en el que están representados los sectores sociales y empresariales del municipio, votó a principios de año mayoritariamente en contra de que vuelvan los ferris al puerto porque representan más desventajas que beneficios, según se reflejó en el acta de aquella reunión.