Erick Morillo (Nueva York, 1971) falleció el martes en su domicilio de Miami por causas aún desconocidas según el informe policial. El renombrado dj y productor musical ha sido una de la figuras más relevantes e inspiradoras de la música de baile de las últimas décadas a nivel internacional y de manera especial en Ibiza, la meca de la música electrónica.

Su especial relación con Ibiza, su influencia musical y la relación con el ocio nocturno local han sido claves para entender el desarrollo de la música dance, la electrónica, la industria, el movimiento clubbing en la isla y su proyección mundial. Erick Morillo ha sido un icono del dance gracias a su vena creativa latina y un atractivo personal único que le convirtió en un imán del mundo del show business.

Conocí a Erick hace veinticinco años, recién llegado a Ibiza procedente de Estados Unidos, donde ya era una figura de las discotecas. Fue de los primeros djs americanos que llegaron a la isla, junto con David Morales, Roger Sánchez y el desparecido Frankie Knuckcles, portando los sonidos de Detroit, Chicago y Nueva York. Viví muy de cerca sus inicios como dj en la isla y como él mismo fabricaba su proyección internacional como productor, primero desde Space y posteriormente en Pacha los miércoles con su fiesta 'Subliminal Sessions'. Siempre me acercaba a la cabina dondequiera que actuase para saludarle, bailar y compartir su enorme entusiasmo y creatividad musical. Me recibía con un gran abrazo y esta frase: «¿Cómo estás, hermano. Va todo bien?».

En 1998, siendo productor local de 'Ibiza, The Rock', un concierto para el canal de televisión MTV Europa que se celebró durante varios años en sa Pedrera de Sant Antoni varios años, le invité a participar junto a otros dj's de renombre en el programa. Su simpatía, don de gentes, agilidad mental y descaro lo llevaron a hacer entrevistas a los clubbers para ese programa, lo que marcó su inicio también como showman y presentador posteriormente. Siempre me manifestó su agradecimiento por haber creído en él y haberle ayudado en sus comienzos.

Entrevisté a Erick en varias ocasiones para Diario de Ibiza y otras publicaciones internacionales para que expresara la marcha de la industria y las corrientes musicales. En una de esas entrevistas, en 2005, ya apuntaba al futuro con titulares como: «Pinchar en Ibiza es pinchar para el mundo entero», o «Ahora todo el mundo quiere ser dj». Compartí con Erick, Ricardo Urgell, Francisco Ferrer y otros amigos una noche espectacular en la apertura de la discoteca Pacha New York, de la que Morillo fue socio. Su poder de convocatoria reunió a lo más fashion y cosmopolita de la Gran Manzana y se convirtió en el paladín de la noche neoyorquina durante años.

Un gran dj y productor

Erick fue pionero en muchos aspectos del mundo del espectáculo, le cabe el honor de haber sido el primer dj que tuvo una residencia en una discoteca de Ibiza y de haber contado en sus sesiones con la mejor galería VIP del ocio nocturno local, siempre con famosos personajes de la música, el cine y la televisión a su alrededor. Puff Daddy, Sienna Miller, Jude Law, James Blunt, Naomi Campbell y otros acudían de forma natural y espontánea a sus fiestas.

En su faceta de dj y productor ha tenido una carrera plena de éxitos, ha sido pionero en movimientos musicales (del dance sobre todo) hasta su paso a la electrónica con un concepto elegante, divertido, melodioso y con influencias de ritmos latinos. Ha tenido éxitos internacionales como 'I like to move it', su CD de lanzamiento en su primera residencia en Space, que dio la vuelta al mundo y se convirtió a la postre en un clásico de la música de baile. Su forma de entender la música, las pistas de baile y cómo hacer bailar al público que tenía delante han sido excepcionales. Como productor, puso en marcha varios proyectos con otros artistas, en su mayoría de color, como Real 2 Real, y la creación de su propio sello discográfico, Subliminal Records, con el que obtuvo varios hits. Ha sido galardonado como el mejor dj por varias publicaciones internacionales y cuenta con varias kryptonitas de los DJ Awards.

A todo ello se le unía un talento descomunal para el ritmo, la mezcla de distintos estilos musicales en vivo y una alegría desbordante que trasladaba desde los platos a los pies de los miles de clubbers que le siguieron durante más de dos décadas.

Su faceta de showman ha sido otra de las grandes virtudes de Morillo, su forma de actuar en los escenarios del dance, su interacción con los clubbers, su forma de aplaudir al público y su entrega a la música complementaron su sello y personalidad como artista. Sus espectáculos en las fiestas de apertura y cierre de la desaparecida Space son memorables, así como su residencia en Pacha y otros locales de la isla.

Amistad y simpatía

Como persona Erick Morillo era la alegría constante, de día y noche, no había forma de pasarlo mal con él. Su eterna sonrisa irradiaba felicidad, amistad, empatía y unas ganas tremendas de vivir. Era igualmente un tipo generoso, dicharachero y un encanto para las chicas. Su magnetismo personal contagiaba y no dejaba indiferente a nadie que le conociese o le tratara más de cinco minutos

Erick era un generador constante de amistad y simpatía, y tenía un gran concepto de la amistad. Otro dj y amigo personal, Fonsi Nieto, recuerda cómo empezaron juntos muy jóvenes: «Erick era el tipo más divertido del mundo, nunca tenía una mala cara, saludaba a todo el mundo por igual, ya fuese un famoso o un aparcacoches. Jamás negó una foto a un fan y siempre estaba dispuesto a darlo todo por los amigos. Cuándo me casé en segundas nupcias en Ibiza, vino en un avión privado expresamente desde Francia para pinchar conmigo en la fiesta y pasar unas horas juntos. Era un tipo excepcional, un gran amigo y un gran artista que desarrolló buena parte de su carrera en la isla y al que le debemos mucho como artista, dj y productor».

Pepe Roselló, expropietario de Space, vivió grandes momentos junto al artista en las fiestas de apertura y cierre de la discoteca, en las que Morillo era un gurú: «Era un alma blanca de la emoción, la pasión y la alegría. Vivimos momentos inolvidables y épicos a nivel musical y profesional. Recuerdo especialmente una anécdota relacionada con los atentados de las Torres Gemelas en Nueva York: coincidió con el cierre de la terraza y le pedí a Erick que trajese la canción 'New York, New York', de Frank Sinatra, cuando venía a pinchar, para hacer un homenaje al pueblo americano y al neoyorquino. Desde el escenario rendí un sentido homenaje de solidaridad, amor y respeto a las victimas, y a continuación Erick pinchó 'New York, New York'. La gente quedó boquiabierta, emocionada y de repente aparecieron banderas americanas flotando por encima del público y la gente se volvió loca. Erick siempre recordaba esta anécdota como algo único en su carrera».

Dj Oliver también le recuerda como un gran colega: «Le gustaba pinchar con los dj's de Ibiza y se lo pasaba en grande. Venía conmigo a la cabina de la fiesta 'La Troya' en Amnesia y me decía: ''Déjame pinchar unos discos para esta gente, que yo no tengo este público tan loco en mis fiestas''€ y se lo pasaba bomba. Le gustaba la música y los que pinchábamos los dj's ibicencos porque quería integrarse mucho con la gente de la isla».

El lado oscuro

El relaciones públicas Roman Fortunato recuerda tristemente la figura de su gran amigo: «Eric era el tipo más alegre y generoso que he conocido. Le he visto dar 500 euros de propina a un aparcacoches de DC10. Le preocupaba llevar dinero encima para dar propinas a camareros o cualquiera que le prestaba un servicio. Si no tenía suficientes euros, daba dólares. Era muy agradecido, nunca se negó a nada y se preocupaba por los amigos de forma increíble, pedía la comida y la bebida para todos. Era el amigo más divertido del mundo, muy gracioso y con una gran agilidad mental. No era superficial en la relación personal, si le pedías un consejo te lo daba como si fueras su hermano. Viajé con él por medio mundo en aviones privados, me presentó a Puff Daddy y ha sido mi referencia con el networking de marcas y eventos. Es una gran pérdida».

Como muchos artistas, Morillo ha tenido una etapa oscura en su vida ligada al consumo de drogas, que él mismo reconoció y que le mantuvo un tiempo apartado de la primera línea de los escenarios musicales. En 2010 reconoció su adicción a la ketamina, que casi le cuesta la vida, en una entrevista realizada por otro dj y amigo, Pete Tong, presentador y dj de la BBC Radio One, durante el transcurso de las conferencias del International Music Summit en el Hard Rock Hotel Ibiza. Morillo salió del pozo, logró recuperar su estatus y volvió a la primera línea de la música electrónica, reconvertido musicalmente pero fiel a su estilo de ritmo, alegría y melodía. Morillo intentó mentalizar a los jóvenes del peligro de las drogas pero al final ha sido una victima más del lado más oscuro de la fama y el éxito.