Las dos embarcaciones nuevas que se han sumado al dispositivo de los socorristas de Sant Josep han realizado diez rescates en sus dos primeras semanas de funcionamiento, tras su entrada en servicio el pasado 1 de agosto. Además, han efectuado 160 avisos a patrones de barcos fondeados sobre posidonia para que se desplazasen a fondos arenosos.

Según informó el Consistorio ayer en un comunicado, la mayoría de las actuaciones se han llevado a cabo en las playas de ses Salines y Cala Bassa. «Las embarcaciones tienen una dotación permanente, lo que les permite hacer una vigilancia itinerante y reaccionar de forma más rápida a los avisos. Esto nos hace ganar en seguridad en nuestro litoral, como ya hemos visto en diversas ocasiones», explicó el concejal de Litoral y Playas, Josep Guasch.

En cuanto a su participación en rescates, la nota aclara que la mayoría de las intervenciones han sido para evacuar a personas heridas, precipitadas desde zonas rocosas, de zonas de difícil acceso por tierra, para localizar a personas desaparecidas, naufragios o incendios de embarcaciones.

En cuanto a las actuaciones relacionadas con los fondeos sobre posidonia, según informa el servicio de socorristas, en el 85% de los casos se ha informado al patrón de la embarcación correspondiente de su situación sobre las praderas de posidonia, así como de la recomendación de trasladarse para fondear sobre fondos arenosos. En el 4% de los casos la embarcación ha levado anclas enseguida y se ha trasladado. En el 96% restante, se les tomaron los datos para informar a la conselleria de Medio Ambiente por si incurrían en alguna infracción.

Del total, en el 15% de los casos no había nadie a bordo en el momento de acercarse a la embarcación. Cuando sí hay personas a bordo, se informa al responsable de que podría incurrir en una infracción recogida en el decreto sobre Posidonia oceanica de 2018.

Hasta ahora, Sant Josep disponía de dos embarcaciones de salvamento y socorrismo para situaciones de emergencia. Una estaba en ses Salines y la otra, en Cala Tarida. No disponían de personal asignado, por lo que solo en caso de emergencia el supervisor de cada playa y un socorrista salían con la lancha para atender la incidencia. Con la nueva contrata de salvamento y socorrismo, se decidió crear un servicio específico de vigilancia del litoral. El Ayuntamiento justifica esta decisión ante «el aumento de afluencia de bañistas en zonas costeras alejadas de las propias playas, el incremento de embarcaciones alrededor del litoral y el impacto ambiental que supone el fondeo de embarcaciones sobre las praderas de posidonia; ante la falta de recursos por parte del Govern y la demarcación de costas, que se centran principalmente en la zona del Parque Natural de ses Salines», afirma la nota.

Son dos lanchas de seis metros de eslora y con motores de 110 caballos de potencia. Las dos realizan inspecciones entre las 11 y las 19 horas.