Más profesionales, sobre todo en Atención Primaria, equipos de protección individual (EPI) garantizados, PCR para los trabajadores del Área de Salud de Ibiza y Formentera y un mayor control de los aislados en sus casas por sospecha de coronavirus. Son las peticiones que hacen el Sindicato Médico de Balears (Simebal) y el Sindicato de Enfermería (Satse) para las Pitiusas de cara a la segunda oleada de coronavirus que, según el Ib-Salut, acaba de comenzar.

«Parece que el tema del material es algo que creo que se ha asumido y que puede estar corregido, pero lo que de verdad hace falta son médicos. Especialmente de Atención Primaria», afirma Carlos Rodríguez, portavoz del Simebal en las Pitiusas, que critica la «improvisación» con la que está actuando el Gobierno estatal. «Hacen falta celadores, administrativos, limpiadoras y personal de enfermería, no lo pongo en duda, pero lo más urgente y necesario es contar con más médicos para los centros de salud», insiste Rodríguez. Asegura que tanto estos profesionales como los del hospital están haciendo más horas de las que les corresponden, una situación que lleva alargándose «muchas semanas».

El portavoz insiste también en la necesidad de establecer fórmulas de control de los contagiados asintomáticos o con síntomas leves que permanecen en sus casas para garantizar que cumplen el aislamiento y que no contagian a nadie más. De la misma manera, destaca la importancia de que la gente se conciencie y mantenga la distancia social. «¿Sabes cuántas personas me dicen en la consulta que han visto a sus nietos y que les han dado un abrazo o un beso?», indica el médico, que no tiene claro si a la gente le falta información, si está «cansada» o si no la entiende bien.

«Más médicos»

«Más médicos»

Rodríguez pide a los responsables políticos que, de cara a esta segunda oleada, planifiquen bien las actuaciones y las inversiones. También que se rodeen de auténticos expertos que puedan aconsejarles a la hora de tomar decisiones y, sobre todo, que contraten más médicos teniendo en cuenta no sólo que la plantilla ya es escasa sino, además, porque esta se puede reducir del forma considerable si los que están en primera línea de actuación se contagian o están en vigilancia, lo que los aparta de la atención sanitaria.

«Ya antes de todo esto faltaban médicos, imagina ahora con el coronavirus», concluye el portavoz del Simebal en las Pitiusas.

«En la anterior oleada, en marzo y abril, los responsables sanitarios pecaron de falta de experiencia», afirman desde el Satse, que confían en no tener que volver a ver profesionales sanitarios «haciéndose sus propios equipos de protección con bolsas de basura» o teniendo que recurrir a las donaciones para garantizar su seguridad.

Además de garantizar el material de protección de todos los trabajadores, desde el sindicato de enfermería exigieron ayer a Salud Pública que lleve un control más estricto de los contactos estrechos. Aseguran que durante la primera oleada hubo sanitarios que pasaron decenas de nombres, pero que no se hizo un rastreo de todos ellos.

Control de los aislados

Control de los aislados

De la misma manera, desde el sindicato reclaman medidas para garantizar que las personas que están aisladas tras haber dado positivo en una PCR o mientras están a la espera de los resultados respeten el confinamiento. Recuerdan que saltárselo es un delito y que pone en riesgo a las personas con las que se relacionan. «Con la gente que se salta el confinamiento no hay que tener contemplaciones. Debería haber alguien controlando», insistieron desde el Satse, desde donde aseguraron que no es extraño que las personas a las que se les hace una PCR reconozcan a los profesionales que no cumplirán el aislamiento porque tienen que acudir a trabajar. También, indican, hay contactos estrechos de contagiados que se niegan a someterse a la prueba. «En estos casos habría que poder notificarlo para que se les controle», indicaron.

El Satse también exige a Salud, en previsión del incremento de casos que están convencidos que se producirán, al menos, en las próximas semanas, que contrate más personal de enfermería. «Hay bajas y vacaciones y no se puede sustituir a esas profesionales porque no hay nadie a quien contratar. Eso supone que quienes siguen trabajando no sólo tienen que asumir el exceso de trabajo de esta situación sino también el de sus compañeras», indicaron.

Desde el sindicato recalcaron que el personal de enfermería no ha podido aún «recuperarse del agotamiento de la primera oleada en la que no tuvieron ni días libres ni descansos cuando están ya metidos en la segunda». El Satse recalca que las únicas víctimas de esta sobrecarga no son los profesionales sanitarios, sino también los pacientes.

Ahora mismo, recuerdan, hay 92 profesionales sanitarios apartados de la atención por contagio o por sospecha de contagio. Profesionales a los que hay que cubrir también mientras dure su confinamiento. «Es un sobreesfuerzo, hay que hacer todo lo posible por contratar más profesionales», insistieron.