Una segunda avería en el sistema de interconexión de las desaladoras ha dejado sin agua desalada al 70% de la población de Sant Josep, desde el núcleo urbano hacia el sur y el este del municipio. Sólo las zonas de Cala Bou y Cala Tarida, que se abastecen directamente de la desaladora de Sant Antoni, no se han visto afectadas.

Desde hace más de una semana, las zonas afectadas reciben agua de mala calidad, con una alta concentración de cloruros. Los trabajos de reparación han obligado a activar el sistema de pozos salinizados para abastecer a la población afectada, según explicó el primer teniente de alcalde, Ángel Luis Guerrero.

La última avería ha obligado a cambiar el codo de hierro (por uno de acero inoxidable) de una arteria que transporta el agua de las desaladoras hacia el depósito de ses Coves Fosques. La Agencia Balear el Agua (Abaqua), dependiente de la conselleria balear de Medio Ambiente, informó ayer al Ayuntamiento de que sobre las 10.30 horas de ayer se había restablecido ya el suministro de agua de las desaladoras, por lo que, según Guerrero, «a partir de las primeras horas de la tarde [de ayer]» se debía recuperar «la normalidad». La segunda avería se produjo en una galería de servicios de bóveda, bajo una carretera, junto a una línea de media tensión, lo que ha complicado la sustitución del codo deteriorado.

Guerrero destaca que, salvo los problemas de la última semana, este verano no ha habido problemas de abastecimiento. De hecho, se ha producido una baja importante del consumo de agua debido a la caída de la actividad turística, sobre todo en las zonas hoteleras como Platja d'en Bossa y Cala de Bou. «El año pasado en julio y agosto siempre alcanzábamos los 22.000 metros cúbicos de consumo diario y este verano muy rara vez hemos alcanzado los 15.000», apuntó el teniente de alcalde.