Una nueva vuelta de tuerca ante la que, sin embargo, no cabe otra opción que resignarse. Así interpretan los representantes empresariales de los sectores más afectados las nuevas medidas impuestas por el Ministerio de Sanidad para hacer frente a la pandemia: cierre de locales de ocio y recorte horario para bares y restaurantes, que deberán cerrar puertas a la una de la madrugada, en vez de a las dos, como ahora.

Según explicó el ministro Salvador Illa, no sólo han de cerrar las discotecas (que en Ibiza no han llegado a abrir en todo el verano), sino que además se clausuran también todos los locales considerados de ocio nocturno, sea cual sea su tamaño o aforo. Eso supone que deben permanecer cerrados pubs, cafés concierto y bares de copas. Sólo podrán abrir bares tipo cafetería y restaurantes, aunque con las medidas también impuestas por el Gobierno: diez personas como máximo por mesa y con separación de dos metros.

El portavoz de la Asociación de Ocio de Ibiza y Formentera, José Luis Benítez, recordó que las discotecas de la isla fueron «las abanderadas en toda España a la hora de dar prioridad a la salud antes que a la economía». «El tiempo nos ha dado la razón», añadió.

Pese a las repercusiones económicas que tendrán las nuevas restricciones impuestas por Sanidad, «no se puede obviar que la gente se había ido relajando en exceso, y eso es algo que se paga», manifestó.

«Esperábamos que la cosa mejorara, pero para eso todos hemos de contribuir, pero luego vemos imágenes de sitios en la isla donde la gente está relajada y sin tomar medidas», añadió.

Benítez teme incluso que, en pocos días, Alemania prohíba los viajes a España, por lo que consideró que la actitud de los clientes de este tipo de locales es fundamental. «Los camareros ya toman medidas, pero a veces la clientela no».

Sea como sea, «la temporada ya se va a dar por finalizada», consideró Benítez, quien ayer por la tarde fue informado telefónicamente por un cargo del Govern acerca de las medidas que entrarán en vigor.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Restauración de Ibiza y Formentera de la patronal Pimeef, Verónica Juan, admitió que las nuevas restricciones horarias para restaurantes y cafeterías «es algo bastante negativo para el sector». «De hecho, se pedía que se pudiera ampliar un poco el horario, pero hemos de ser realistas y ver que se están produciendo muchos rebrotes», comentó.

Pese a considerar que las nuevas restricciones «tienen que acatarse», consideró que «se está criminalizando al sector, porque esos rebrotes se producen en muchas partes, no se pueden limitar sólo al sector de la restauración».

Así y todo, Verónica Juan teme que lo anunciado ayer por el ministro de Sanidad pueda ser sólo un anticipo, puesto que «habrá que ver qué decide ahora el Govern balear. Ya ha dicho Sanidad que sus medidas son sólo un mínimo, el Govern aún puede ser más restrictivo». En cuanto a la prohibición fumar al aire libre, dijo que «todo lo que sea restringir es dificultar la actividad; son nuevas complicaciones».