La llegada de turistas a Ibiza y Formentera durante junio se desplomó un 92,5%, según los datos publicados ayer por Frontur. Durante ese mes sólo hubo 14.200 visitantes en nuestras islas, unos 480.000 menos que en las mismas fechas de 2019. No se dieron tan pocos ni siquiera en los meses invernales previos a la pandemia. Hay que tener en cuenta que hasta el 17 de junio no aterrizaron los primeros vuelos con turistas, que formaban parte del plan piloto de Balears con Alemania; que hasta el día 21, cuando finalizó el estado de alarma, el número de conexiones fue escasísimo, y que hasta el 1 de julio no se abrieron las fronteras europeas sin restricciones.

En medio año sólo visitaron las Pitiusas 87.148 personas, un 92,5% menos que en el mismo periodo de hace un año, cuando por esas fechas ya habían venido 1.169.083 turistas: es decir, son 1.082.000 menos en el primer semestre. En Mallorca el batacazo fue también mayúsculo, con una caída del 97% en junio y del 87% en el acumulado del año.

La mayor parte de los turistas de junio procedieron de España: 9.155, un 88,3% menos en términos interanuales, ya que en 2019 se registraron 69.000 viajeros más hasta esa fecha. En seis meses sólo se han bañado en nuestras playas 61.146 compatriotas, casi 200.000 menos (-76,6%).

Debacle de extranjeros

Debacle de extranjeros

La debacle se acentúa entre los extranjeros. Si bien no hay un registro de los visitantes británicos en junio (Reino Unido no abrió sus fronteras hasta julio), sí lo hay de su acumulado del año, una cifra ridícula: de enero a junio únicamente viajaron hasta las Pitiusas 2.246 personas procedentes de ese país, unas 292.000 menos que en 2019, lo que supone una caída del 99,2%.

En el caso de los franceses, sólo se computaron 644 en junio, que son 25.000 menos (-97,5%). En dos trimestres sólo volaron hasta Ibiza 4.244 galos, 52.000 menos que en el año precedente (-92,5%).

Lo mismo sucede con los italianos, de los que aterrizaron en es Codolar 1.510, lejos de los 60.734 de 12 meses atrás (-97,5%). El principal mercado emisor de Formentera únicamente ha proporcionado este año 4.324 turistas transalpinos, unos 122.000 menos que en los seis primeros meses de 2019 (-96,6%).

Desplome de alemanes

Desplome de alemanes

El turismo germano tampoco se libra. Sólo nos visitaron 960 alemanes en junio, unos 46.000 menos (-98%) que 12 meses atrás. De momento sólo han viajado 4.393 personas desde Alemania desde el mes de enero: hace un año ya se habían desplazado hasta estos lares 116.000, lo que representa una caída del 96,2%.

Otro de nuestros principales mercados, el del Benelux, prácticamente ha sido borrado del mapa por los efectos del coronavirus, y no por la vergüenza de ver hace dos días a sus paisanos zurrándose dentro del avión como si fueran poligoneros. En junio sólo se contabilizaron 1.305 holandeses, belgas y luxemburgueses, 64.000 menos en términos interanuales (-98%). Desde comienzos de año sólo se alojaron en estas islas 6.830, unos 153.000 menos que en el primer semestre de 2019 (-95,7%).

De los países nórdicos, que en algunos casos han establecido prohibiciones expresas de viajar a España, como ocurre con Noruega, Frontur deja la casilla a cero, cuando hace un año sumaron casi 5.000 visitantes en junio y el doble en todo el año.

Del resto del mundo, Frontur sólo contabilizó 561 turistas en junio, un 99% menos, y 3.750 en todo el año (-97,4%).

Hoteles: pocos y sin clientes

Hoteles: pocos y sin clientes

El alojamiento en hoteles (la mayoría estaban cerrados) es el que más se resiente de la pandemia, pues en julio sólo recibieron a 2.502 clientes, casi 330.000 menos que hace un año (-99,2%). Y en lo que va de año, 19.510, que son unos 640.000 menos que en el primer semestre de 2019 (-97%), lo que da una idea de la magnitud de la catástrofe.

Los turistas han preferido alquilar casas, que han tenido el doble de clientes que los hostales u hoteles: 5.642 en junio, si bien son unos 67.000 menos que en 2019. Prefirieron el alquiler 17.246 personas desde enero, 162.000 menos (-90,4%) que hace un año, si bien es una cifra cercana a la de los hoteles.

También fue superior la entrada de visitantes que durmieron en casas turísticas no legalizadas que se contratan a través de portales de internet: fueron 3.578 en junio (-92,7%) y 37.243 en un semestre (-82,2%), casi el doble que en hoteles. Ya se comprobará en los datos de julio si cala o no la idea de que es más seguro alojarse en pisos y huir de las hipotéticas aglomeraciones de un establecimiento de muchas habitaciones, aunque estos sigan unos protocolos muy estrictos de seguridad e higiene.

De ahí que la llegada de turistas con paquete en junio fuera testimonial: 455, que son 167.000 menos que un año antes, y 11.588 en el acumulado del año, unos 314.000 menos en relación a 2019.