En los siete primeros meses de 2020, once personas han perdido la vida ahogadas cuando se bañanaban en playas y piscinas de Balears. Atendiendo al número de fallecimientos, las islas sería la sexta comunidad autónoma con más muertes por este motivo.

A nivel nacional, un total de 77 personas murieron ahogadas en espacios acuáticos de España durante el mes de julio. Esta cifra supone así el cuarenta por ciento de los 191 fallecidos en todo el año por esta causa y consolida la curva ascendente que se registra desde el fin del confinamiento por la pandemia de coronavirus.

La influencia de las restricciones de los movimientos debido a la alerta sanitaria por la Covid-19 en las cifras de ahogamientos en espacios acuáticos es muy significativa. De tal manera, que el repunte de estos accidentes acuáticos es especialmente acusado desde que se permitieron los desplazamientos de los ciudadanos a playas y a piscinas.

Así lo refleja el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) que actualiza a diario la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, que subraya que julio es el mes con más fallecidos del año, la mayoría de ellos en playas (56 % del total), seguidas por piscinas (14 %) y ríos (8 %). El resto (22%) falleció en otros lugares.

La mayoría de las víctimas mortales se ahogaron en lugares sin vigilancia (el 65 %), frente al 35 % que perdió la vida en lugares vigilados.

Julio marca la diferencia

Julio marca la diferencia

Julio se diferencia así de los meses anteriores al registrar un aumento de los fallecidos en las playas (de 21 puntos) y una disminución de muertos en espacios no vigilados (de 18 puntos), a pesar de lo cual siguen falleciendo más personas en sitios en los que no hay socorristas.

En lo que llevamos de año el 83% de los bañistas fallecieron en lugares sin vigilancia, frente al 17% de las víctimas mortales que sí estaba en sitios que contaban con estos medios.

Precisamente la Federación advirtió hace un mes del peligro de bañarse en zonas no habituales y no vigiladas, tras detectar una tendencia de los ciudadanos a ir a estos lugares durante la desescalada, al no poder viajar a playas o ir a piscinas.

Julio sí consolida la tendencia al alza de fallecidos que se detectó durante el segundo trimestre del año y especialmente en junio al comenzar la desescalada, y que es contraria a la que apuntaban los primeros meses del año: en el primer trimestre se había detectado una contención de estas muertes con respecto a años anteriores.

En enero se registraron 21 fallecimientos, en febrero 11 y en marzo 13, mientras que en los meses siguientes se dieron 10 en abril, 18 en mayo y 41 en junio, la mayoría de éstos en la segunda quincena.

En el cómputo de todo el año, son cuatro las comunidades autónomas que suman más de la mitad de las víctimas mortales, en concreto 102, que suponen el 53,4 por ciento del total.

Se trata de la Comunidad Valenciana, con 32 muertes entre el 1 de enero y el 31 de julio, la mitad de ellas (16) durante este último mes; Andalucía y Galicia con 26 en cada caso (la primera con 11 fallecidos en julio y la segunda con 8); y Canarias con 18 muertos en total, ocho de ellos en el mes de julio.

Perfil del ahogado

Perfil del ahogado

Por número de fallecimientos totales en los primeros siete meses de 2020, siguen Cataluña con 20, Illes Balears (11), País Vasco (10), Región de Murcia (9), Castilla y León (8), Asturias (7), Cantabria (6), Castilla-la Mancha (5), Extremadura (4), La Rioja (3), Aragón y Navarra (2 cada uno), Ceuta y Comunidad de Madrid (1 en cada territorio) y Melilla, que no registró ningún suceso mortal de esta índole.

El perfil de la persona ahogada a lo largo de julio, un mes marcado por la salida masiva al litoral tras el confinamiento, ha sido el de un hombre (78 %), de nacionalidad española (88 %), que ha fallecido en una playa (56 %), que en conjunto perdió la vida en un espacio sin vigilancia (65%), mayor de 35 años (69,1%) y protagonizó el suceso entre las 10.00 y las 20.00 horas (71,7%).