El presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas Vacacacionales (AVAT), José Antonio Llano Marí, valoró ayer que su sector está registrando una buena ocupación durante el mes de julio, a pesar de que han tenido que ajustar los precios porque «hasta la apertura de las fronteras, la actividad era nula y la demanda estaba muy reducida». Esta asociación, que forma parte de la Petita i Mitjana Empresa d'Eivissa i Formentera (Pimeef), también muestra su apoyo a las medidas adoptadas tanto por el Govern balear como por el Consell de Ibiza para combatir la organización de fiestas ilegales en estancias turísticas, «más aún en estos tiempos de pandemia».

A pesar de que todavía no cuenta con las cifras de ocupación detalladas, Llano confirma que las viviendas turísticas viven un buen momento dadas las circunstancias de esta temporada. En este sentido, apunta que su sector puede favorecerse de que «los clientes buscan estar más aislados y sin tener que compartir espacios comunes como en un hotel».

Evidentemente, «no se puede comparar con los movimientos que teníamos en los años pasados», precisa. «Pero si ya es atractivo pasar unas vacaciones en un chalé en Eivissa, más aún en estos momentos que la gente busca más seguridad», explica. No obstante, este sector también ha tenido que ajustar precios, después de que «todo apuntara en febrero a que esta iba a ser una temporada muy buena». «No se trata de una bajada espectacular, pero quedaba muy poco tiempo para vender las plazas que no se habían reservado con antelación».

Además del buen ritmo actual, las perspectivas de cara al mes de agosto también son optimistas para las viviendas vacacionales, aunque el presidente de AVAT subraya que «existe inseguridad, como en todos los sectores, porque hasta el último momento no se sabe con certeza si la casa se va a ocupar o no».

«Hay clientes que, por problemas de vuelos o por miedo, acaban cancelando sus reservas». Además, «la situación es tan insegura que cualquier novedad puede cambiarlo todo ahora mismo», advierte Llano. Al igual que en otros sectores, AVAT también percibe una mayor caída del mercado británico y americano este verano, aunque «se está viendo compensado por los clientes procedentes de Alemania, Francia, Holanda, Austria o Suiza».

En cambio, la crisis del coronavirus no parece haber afectado al intrusismo, que «sigue habiendo en la oferta de viviendas turísticas en Ibiza, a pesar de la pandemia», lamenta. «Quizá se ve menos el típico personaje que viene en verano a hacer la temporada alquilando viviendas con su móvil, pero la oferta ilegal se mantiene».

Respecto al posible incremento de fiestas ilegales en chalés por el cierre de las discotecas, la AVAT subraya que da «todo el apoyo al Govern y al Consell para evitar este tipo de actividades». «Nosotros hemos recibido solicitudes de alguna empresa legal e ilegal que quería llevar a cabo alguna de estas fiestas, pero se les ha negado directamente la posibilidad», sentencia Llano.