Los integrantes y voluntarios de Plastic Free Ibiza -movimiento creado por varias organizaciones en 2018 para preservar el medio ambiente de las Pitiusas, y que se centra en el problema de la contaminación por plásticos- vuelven a la acción. Debido a la alerta sanitaria causada por el Covid-19, el colectivo no ha podido comenzar con las limpiezas de playas en Ibiza, aunque en Formentera ya se han llevado a cabo tres.

«Formentera es una isla más pequeñita y se han podido manejar mejor para cumplir con las medidas sanitarias en las limpiezas de playas. Nosotros esta semana estamos retomando las reuniones para la planificación de las salidas de este verano en Ibiza», explica Ana Villanueva, coordinadora y responsable del área de comunicación de Plastic Free Ibiza. «Esperamos poder empezar en unas semanas», agrega.

Al preguntarle por la posible relación entre la llegada del turismo (hace apenas unas semanas) y el vídeo que este diario publicó el pasado lunes de la orilla de Cala Llonga llena de microplásticos, Villanueva explica que los «días de tormenta, el mar arrastra muchos de estos plásticos hacia la costa, por lo que no siempre son del turista que acaba de llegar». «De ahora o de otros años, de aquí o de otros lugares, son nuestros plásticos, eso está claro. El Mediterráneo es un mar que tenemos muy enfermito por este tipo de contaminación», remarca la activista medioambiental.

En su opinión, el coronavirus ha supuesto un pequeño «paso atrás en la lucha contra el plástico de un solo uso» debido a las normativas sanitarias -que la organización sigue a pies juntillas, pero que genera muchos desechos- y destaca la desinformación que han tenido muchos de los empresarios del sector de restauración con las nuevas normativas. «Hemos estado haciendo, y hacemos, una especie de trabajo de asesores ambientales con las empresas», comenta la coordinadora, que asegura que, como desde Plastic Free están muy «al día con las noticias y las nuevas normativas», se han preocupado de transmitir la información a las empresas, a las que veían muy «desubicadas».

«¿Y ahora qué hago con todas las cajas de monodosis de aceite que he comprado?», le preguntó el dueño de un restaurante a Villanueva cuando el Gobierno decretó el uso de estos envases desechables en los locales en lugar de las aceiteras «de toda la vida». «Sin embargo, no era un mandato obligatorio, sino una recomendación, lo que pasa es que había mucha falta de información», opina.

Parte del cambio

«Las empresas tienen ganas de ser parte del cambio y de desterrar el plástico, por eso nos están llamando», valora Villanueva. El año pasado fue el primero que el movimiento ambiental pitiuso comenzó a entregar las certificaciones de Plastic Free a las empresas, en función de lo «sostenibles y conscientes» que fueran sus negocios. «El año pasado tuvimos una respuesta muy positiva y entregamos 50 certificaciones», recuerda Villanueva, que explica que en función del compromiso con el medio ambiente, de la utilización o no de plásticos de un solo uso o envases de material sostenible, etcétera, Plastic Free les entrega una certificación que va de una a cinco estrellas. «Este año hemos enviado ya las cartas para optar a la certificación a través de la Pimeef y Fomento del Turismo, y las empresas que están abriendo están empezando a contestar que sí, que quieren seguir en la misma línea del año pasado, siempre y cuando las medidas de seguridad establecidas por el Gobierno se lo permitan», continúa.

Otra de las dudas que los empresarios de Horeca se han planteado mucho durante esta época, es si se podían reutilizar los vasos de vidrio o no. «Claro que se pueden reutilizar, se lavan a una temperatura elevada y listo, así no generamos más desechos», clarifica la coordinadora.

«Nuestro objetivo sigue siendo eliminar lo máximo posible los plásticos de un solo uso, aunque siguiendo en todo momento las indicaciones sanitarias», aclara, aunque confiesa haber sentido «un pequeño retroceso» en la lucha contra el plástico y critica que se encuentren mascarillas «en el fondo marino» porque a la gente se les vuelan o, directamente, las tiran. «Nosotros insistimos mucho en el uso de mascarillas de tela con el filtro adecuado, así no generamos más residuos», sugiere. Además, algo «muy importante» es que la gente sepa en qué contenedor tiene que tirarlas: «En el de residuos normales», aclara.

Mientras continúa con la coordinación de las limpiezas de playa, el movimiento ecologista asegura estar muy activo en las redes sociales para ayudar a las personas a sustituir productos de plástico por otros de otro material, «ya que hay gente que no sabe que existen algunos que antes sólo eran de plástico, pero que ahora se fabrican también con otros materiales», y se coordinan para que el World Clean Up de este año, en septiembre, sea todo un éxito, ya que «la isla lo necesita». Además, Plastic Free mantiene contacto constante con organizaciones y fundaciones ecologistas de Europa para «tener una visión conjunta en la lucha contra el plástico de un solo uso».