El expediente del chinguirito de Cala Gració puso en evidencia las divergencias entre técnicos municipales. La historia se repite ahora con la tramitación de lareforma del beach club Bam-Bu-Ku, en sa Punta des Molí. El concejal de Urbanismo de Sant Antoni, Miguel Ángel Costa, ha echado atrás tres informes desfavorables a la solicitud de Power Events Eivissa S.L. (de una arquitecta y de una ingeniera municipal, así como de la jefa del departamento de Urbanismo) y ordena retrotraer el procedimiento al momento de emisión de los informes, «de modo que se tenga en cuenta el criterio del secretario de la Corporación».

La controvertida decisión de Costa, revelada ayer por el grupo PSOE-Reinicia, se basa en el informe jurídico del secretario del Ayuntamiento, que concluye que los informes técnicos «no son conformes a derecho» y que procede «corregirlos».

Los informes desfavorables coinciden en que la parcela del beach club forma parte de un ámbito sujeto a actuaciones urbanísticas pendientes de desarrollo y, por tanto, no cumple la condición de solar que marca la ley de Urbanismo de Balears. Entre otras cosas, no consta que se hayan formalizado las cesiones gratuitas y obligatorias (dos viarios peatonales, por ejemplo) ni se han completado las obras de la urbanización. El promotor obtuvo licencia en 2014 para la construcción de un bar restaurante con una piscina de olas para hacer surf. También pidió en 2015 permiso para actividad musical en el exterior (para organizar conciertos al aire libre), que no consta que se haya resuelto.

Posteriormente, el pasado 1 de octubre, Power Events Eivissa S.L. presentó una comunicación previa de instalación y obras y se informó al Ayuntamiento de que se iba a hacer «una modificación importante de la actividad existente, sin modificación de usos ni ampliaciones ni nuevas actividades». Nueve días después se comunicó que dicha modificación era «simple, no importante». Los técnicos municipales concluyeron, sin embargo, que sí era «importante o sustancial» y que, por tanto, requería de una licencia urbanística.

Suspensión y legalización

Suspensión y legalización

De hecho, el Ayuntamiento ordenó en enero la suspensión de las obras y se inició un expediente de restablecimiento de la legalidad. Esto llevó al promotor a pedir un permiso de instalación, que es el objeto de la controversia entre los técnicos y el secretario municipal.

La reforma del del beach club contemplaba una modificación de los accesos, un vallado perimetral, la redistribución del interior de la zona comercial, la construcción de varios cuartos, la instalación de pérgolas y ocho bases de hormigón para la colocación de camas, entre otras actuaciones.

El informe de la jefa del departamento de Urbanismo apunta que la situación de las instalaciones no se adapta a la obligación de mantener una zona ajardinada y libre en al menos el 50% de la parcela y que el uso específico de la actividad musical «no está admitido al tratarse de la actividad global de un complejo de restauración y ocio».

Abierto desde 2014

Abierto desde 2014

No obstante, el informe del secretario municipal apunta que el beach club ostenta desde hace años «los títulos» que habilitan su actividad «sin que la Administración haya hecho objeción alguna a su legalidad», lo que ha generado al promotor «la confianza de que se ajusta al ordenamiento jurídico».

El beach club funciona desde junio de 2014. Por ello, el secretario entiende que los informes técnicos desfavorables «vulneran los principios de protección de la confianza legítima y la doctrina de los actos propios» y opina que las objeciones que apuntan ahora los técnicos deberían haberse advertido en el momento en que se tramitaron las licencias. «Pero no pueden emplearse para denegar ahora, más de siete años después, la modificación de la actividad que se pretende conforme a ley», advierte.

También discrepa el secretario sobre la prohibición de la actividad musical en el beach club. Apunta que la interpretación que hacen ahora las técnicas municipales, «no es la que mantiene el Ayuntamiento desde hace años». Y se basa en un dictamen jurídico externo que asumió la Junta de Gobierno en 2012 y que permitía «la actividad secundaria de auditorio en un establecimiento turístico».

El secretario cita varios expedientes anteriores que contradicen el nuevo criterio que aplican las técnicas y sostiene que debería sostenerse sobre «un informe jurídico específico de la responsable del departamento de Urbanismo y Actividades».

El grupo PSOE-Reinicia acusa al alcalde, Marcos Serra, de «mentir» en el pleno y permitir la reapertura (el pasado 23 de junio) de este establecimiento tras la reforma ejecutada «sin licencia y con informes técnicos en contra».

Las palabras de Serra en el pleno

Las palabras de Serra en el pleno

El principal grupo de la oposición recuerda que en el pleno del 25 de junio el alcalde dijo: «No se preocupen, abrirá, trabajará con las licencias que corresponden. Déjenos acabar de cerrar el expediente». PSOE y Reinicia apuntan que estas palabras de Serra fueron «un engaño a los ciudadanos» porque «el local ya había abierto dos días antes y sin licencia y, además, con informes técnicos desfavorables».

Este grupo considera aún «más grave» que al día siguiente del pleno, el 26, el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Costa, dictase la providencia que echa atrás los informes desfavorables a la reforma del beach club. «Exigimos explicaciones claras e inmediatas del alcalde ante estas escandalosas maniobras. Serra debe explicar si el establecimiento puede continuar abierto», subraya PSOE-Reinicia.