Mes de julio, calor, mascarillas y miradas nerviosas. Los estudiantes de Ibiza y Formentera empezaron ayer la primera jornada de la Prueba de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (PBAU) a las nueve de la mañana.

Los 600 alumnos pitiusos inscritos, 584 en Ibiza y 16 en Formentera, se enfrentaron ayer a los primeros exámenes de la convocatoria de Selectividad, celebrados en el Recinto Ferial de Ibiza y en el instituto Marc Ferrer de Formentera. La crisis del coronavirus ha creado mucha tensión e incertidumbre entre los jóvenes ya que, para muchos, su futuro estará marcado por los resultados de la PBAU. La situación excepcional causada por esta pandemia hizo que el curso acabara de manera online y se cambiase en gran parte el protocolo y las medidas de prevención en las pruebas.

Aunque, a diferencia de otras comunidades, los estudiantes pitiusos han podido realizar los exámenes sin mascarilla al estar garantizada la distancia mínima interpersonal. «Las diferencias en cuanto a organización son grandes, en primer lugar, no estamos en un instituto, sino en este pabellón. Estamos muy cómodos porque hay mucho espacio y se pueden mantener de manera muy estricta las condiciones sanitarias, el uso de mascarilla y, además, tenemos aire acondicionado, lo que se agradece mucho en el mes de julio», asegura el jefe de expedición, Antoni Gamundí, de la Universitat de les Illes Balears (UIB). Añade que el alumnado ha sido muy respetuoso con las medidas, al haber sido informados previamente por su centro educativo. También han recibido directrices de la UIB.

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Los estudiantes de Ibiza y Formentera empiezan la Selectividad

Los primeros exámenes de la jornada fueron el de Física e Historia de la Filosofía. Los alumnos de la rama científica se han decantado por la gravitación y el campo magnético en las opciones de la prueba: «El tema de que este año haya más flexibilidad para escoger las preguntas ayuda bastante», afirma Renato Rohtkopf, alumno del instituto Blanca Dona, que destaca que al haber llevado durante tres meses mascarilla, no se ha sentido agobiado en ningún momento ya que se ha convertido en algo «normal». María Guasch, que aspira a estudiar Ingeniería de datos, también ha hecho el examen de Física y cuenta que le ha ido bastante bien a pesar de que «el final de curso ha sido un poco caótico al ser online».

Otros estudiantes como Manuel Carrasco, del instituto Sa Colomina, comentan que han surgido algunos imprevistos con el examen de Física. «Pensábamos que iba a ser más fácil, pero bien, asequible», confiesa. Para él, los últimos meses de instituto online han sido «intensos y extraordinarios» pero aun así los ha sabido llevar bien.

Los docentes encargados de vigilar y hacer cumplir las normas al alumnado afirman que la forma de organizarlo todo ha sido muy diferente respecto a los años anteriores: «Es un año complicado, difícil. Como podéis ver, las medidas de seguridad son extremas y eso hace que los alumnos estén un poco más nerviosos. Creo que está muy controlado y organizado, se están cumpliendo todos los protocolos que Sanidad ha requerido, por tanto, dentro de la complejidad de la situación hay una cierta tranquilidad», declara Montserrat Montés, vigilante de un aula.

El examen de Historia de la Filosofía ha dejado sensaciones muy positivas entre los estudiantes que se han presentado: «Estoy súper feliz porque me ha ido muy bien el examen de Filosofía, han sido unas preguntas muy fáciles si has estudiado, claro», comenta emocionada Sara Franchesca, alumna del instituto Xarc. A causa de la pandemia del coronavirus este año no habrá graduaciones para los alumnos que acaban su etapa de instituto: «Por una parte me ha sabido un poco mal porque no he podido despedirme de mis compañeros ni de los profesores. Por otra parte me ha ido muy bien porque me he podido organizar mejor con las materias», lamenta Sara.

Examen de Filosofía

Platón, Aristóteles y Kant han sido los protagonistas de los exámenes de Filosofía. «Estoy contento, creo que ha ido bien. Me esperaba algo peor. En el examen he elegido el comentario de texto de Kant, una pregunta sobre Descartes y comparar la política de Platón y Marx», explica Koan Báez, que espera con ganas empezar un grado de dirección cinematográfica en Valencia.

A las 11.45 horas da comienzo el segundo examen, la materia adorada por muchos y odiada por otros tantos: Inglés. En el descanso entre ambas pruebas empiezan a llegar los jóvenes que aún no se han examinado. «Todavía no he hecho ningún examen y estoy bastante nerviosa. Esto de la opcionalidad da más posibilidades y en parte me tranquiliza», confiesa Ana Valentina Bufí, del instituto Mestral. Para ella estar en casa ha sido difícil en cuanto a los estudios y a las rutinas pero, poco a poco, se ha ido acostumbrando. Le gustaría estudiar la carrera de Periodismo y Comunicación audiovisual.

Tanto Marina Vázquez como Sara Gisbert, ambas estudiantes de la Escola d'Arts, coinciden en que la preparación para Selectividad ha sido escasa. «Estoy nerviosa porque no me siento preparada y creo que la pandemia nos ha hecho ir menos preparados a Selectividad. El final de curso ha sido como si no lo hubiese vivido, verlo y no verlo», suspira Marina.

«Me siento poco preparada, no hemos estado estudiando durante meses y ahora hemos tenido que hacerlo todo. Nos han examinado online y para eso realmente no hacía falta estudiar mucho», reitera Sara. Ambas confían en dar el máximo en los exámenes y poder entrar en la carrera de Magisterio.

La mayoría de estudiantes confiesa que finalizar el curso de manera online les ha servido para centrarse en las asignaturas que llevaban «más flojas», además, han podido recuperar materias que llevaban arrastrando algunos meses y, en otra situación, les habría costado bastante más sacarlas adelante.

Las primeras sensaciones tras esta Selectividad de la «nueva normalidad» no dejan indiferente a nadie. Este año había un factor añadido de inquietud, incluso de miedo, en los exámenes y sobre todo en los descansos. Se quedó en el olvido la emoción de abrazar a los amigos después de un buen examen o, de la misma manera, el consuelo que trae esa muestra de afecto tras un mal día. Es complicado estar todo el rato pendiente de ponerse la mascarilla cuando se tiene la cabeza repleta de ecuaciones, reyes, guerras, filósofos o literatura. Puede que no haya sido el mejor año para realizar unos exámenes que cambiarán el futuro de muchos, pero todos los alumnos estarán al pie del cañón para lograr sus objetivos.

«El año que viene tendremos que estar muy pendientes de las condiciones sanitarias para realizar la PBAU», señala Gamundí.