Las playas sin hamacas ni velomares y la ausencia de balizas en determinadas costas son imágenes que se repiten en algunas zonas de la isla esta temporada estival. Los trabajadores y concesionarios del Port de Sant Miquel, Portinatx o Cala Xuclar, pertenecientes al municipio de Sant Joan, se encuentran en una situación complicada. En plena temporada de verano, aún no han recibido el permiso para ofrecer sus servicios en el litoral. Por ello, solicitan a Costas una prórroga de las concesiones del verano pasado. (Ver galería de imágenes)

«El Ayuntamiento solicitó licencias para poner hamacas y sombrillas hace meses y, a fecha de dos de julio, Costas negó la posibilidad de ofrecer estos servicios este año», explica Sara Tur, representante de los concesionarios. La situación es complicada para los empleados ya que, además de estar «convencidos» de que este año contarían con la concesión, muchos de ellos «están en ERTE», confirma Tur. «Esta situación no se puede permitir en plena temporada porque esas adjudicaciones son muy importantes para todos nosotros. Necesitamos unas medidas urgentes porque tenemos unos setenta trabajadores que dependen de ello», apunta.

Los trabajadores «entienden que la situación actual no es fácil» y que la pandemia lo «ha paralizado todo», pero solicitan una prórroga de la concesión del año pasado para así «poder solventar la temporada», señala la representante. «Este año contamos con la opción de reducir el número de hamacas y sombrillas, entre otros elementos, de las playas porque queremos cumplir la normativa de seguridad vigente para evitar contagios».

El municipio de Sant Joan está «muy afectado tras la negativa de la concesión», argumenta Sara Tur. Por otro lado, explica que «pronto el Ayuntamiento presentará un nuevo proyecto renovado, cuyo contenido desconocemos, para luchar por las concesiones»

Una temporada complicada

Una temporada complicada

Los trabajadores de Sant Joan prevén un futuro inmediato «pesimista y negativo», lamenta la representante de los concesionarios que confía, sin embargo, en una solución rápida.

Keita, trabajador de una concesión en la playa del Port de Sant Miquel, cuenta que la incierta situación le impide «dormir por las noches». Sigue estando afectado por un ERTE y, hasta el momento, no ha recibido «ningún ingreso», indica. Keita confía en poder volver a trabajar este verano y explica que «Ibiza no ha presentado una gran cantidad de contagios por coronavirus y deben permitir la apertura de las concesiones». Para él, es fundamental empezar a trabajar cuanto antes: «Necesito cobrar para cuidar de mi familia», lamenta.

Antoni Marí, alcalde de Sant Joan, confirma que se llevó una «triste sorpresa» cuando recibió la negativa de las concesiones. «Comparto la preocupación de los trabajadores, pero veo difícil convencer a Costas», aseguró ayer el alcalde. Del mismo modo, Marí no entiende «la razón por la que Costas se muestra tan reacio a permitir las concesiones». La única solución posible para el primer edil es que «autoricen aquellas que cumplen con las normativas de seguridad necesarias», comentó.

Por otro lado, el alcalde lamentó que «los turistas se lleven una mala imagen de la isla al no poder garantizar este tipo de servicios habituales en las playas», concluye.