El obispado de Ibiza alerta de la posibilidad de que se reduzcan las horas de religión para el próximo curso en los centros educativos de las Pitiusas, tanto públicos como privados. Así lo señalo ayer Juan Miguel Planells, delegado de Educación del obispado, aunque el Govern todavía no ha tomado una decisión firme en este sentido: «El compromiso del conseller de Educación, Martí March, es que no haya recortes ni de horas de religión ni de profesores de cualquier asignatura», indicó Planells. No obstante, explicó que el obispado ha realizado sus cálculos y que los resultados conducen a un recorte en religión de 42 horas en los institutos y de 65 en los colegios.

Han elaborado la previsión en base al número de alumnos que regularmente cursan la asignatura en distintos centros de Ibiza y Formentera, y en función del que se asignan una serie de horas a la materia. En esta línea, las horas asignadas por la conselleria para el curso 2020-2021 son, según el obispado, insuficientes para atender a la demanda que hay en las Pitiusas. Planells aludió a la Constitución española para defender su postura: «Establece que las familias tienen derecho a que sus hijos tengan la opción de escuchar contenidos religiosos en la escuela». En relación a los distintos niveles educativos y en base a los centros con los que el obispado ha hecho sus cálculos, que no son todos, en Infantil y Primaria se pasaría de las 203 horas a las 138 de enseñanza de la asignatura, mientras que esta bajada sería de las 128 horas a las 86 en Secundaria. «Esto viene determinado por la cuota de la conselleria, que al estar afincada en Palma es más difícil que vea la situación real de los institutos y de los colegios de Ibiza», lamenta el delegado.

De todas maneras, Planells se mostró esperanzado y recordó que queda todo el mes de julio por delante para tratar de resolver esta situación. Actualmente se ponen en marcha los periodos de matriculación escolar en los que las familias escogen las asignaturas optativas, y la comunicación entre el obispado y la administración es hasta ahora «fluida».

Además, el obispado resaltó que los docentes de religión también cuentan con una formación universitaria para poder realizar adecuadamente su labor: «Es más, algunos de ellos tienen que moverse entre dos o tres centros diferentes», lamentó Planells, que defendió una mejora de sus condiciones laborales: «Si tenemos la misma preparación que el resto de profesores, también merecemos el mismo trato».

Asimismo, defendió la riqueza de los conocimientos religiosos: «No podemos entender Ibiza sin su papel en el devenir de la Historia».

El sacerdote aseguró que en Finlandia, «que siempre se ve como modelo educativo», la religión tiene un papel muy importante en las aulas.

La labor social de la Iglesia

La labor social de la Iglesia

El delegado de Educación del obispado también hizo alusión al papel social de la Iglesia en la actual crisis social derivada de la pandemia de Covid-19: «La Iglesia también es Cáritas, en el banco de alimentos de Vila se suelen crear colas que dan una vuelta al edificio, y todas estas personas reciben una pequeña ayuda». En esta misma línea, defendió que la Iglesia también es el profesor de religión y que la institución «nunca ha hecho distinción entre personas» para «resolver problemas y ayudar a los más necesitados», aseguró.

Planells sostuvo que la religión «ayuda a la persona que la sigue a estructurarse en una serie de valores». «La Iglesia no solo crea unos valores, también los fundamenta», añadió.