La iniciativa Salvem sa Badia de Portmany ha denunciado la existencia de ocho estructuras inacabadas y edificios en ruinas que aguardan en primera y segunda línea de costa de la bahía de Portmany.

Aseguran además que estas obras abandonadas "en muchos casos ni tan siquiera protegidas por una valla segura y bien conservada, constituyen una tara estética que devalúa este entorno turístico y residencial", pero, además, "representan un peligro público".

Una de ellas es la estructura de un hotel de cuatro estrellas en Punta Xinxó, la obra inacabada de mayores dimensiones de la bahía de Portmany, dentro del municipio de Sant Josep, que "constituye una de las mayores aberraciones urbanísticas de la zona", según denuncia esta plataforma.

Está situada en primera línea de mar, ocupando una gigantesca manzana delimitada por las calles de Es Caló, Huelva y Jaén. Un edificio de gran impacto visual en forma de 'M', que llega a tener seis plantas en determinadas áreas y que se encuentra en situación de total abandono, con la valla que cierra el perímetro rota en múltiples zonas, incluida la más próxima a la playa. En el interior, varillas de hierro oxidadas por doquier, peligrosos huecos en el suelo y plantas accesibles y sin protección de ningún tipo.

Iba a albergar un complejo hotelero de cuatro estrellas llamado Bahía del Mediterráneo, con más de 250 habitaciones y varias suites. Dispone de una licencia de 2006 aunque, tras el parón del proyecto, los promotores incluso trataron de elevar su categoría a cinco estrellas. Sin embargo, la crisis económica y la falta de financiación echaron por tierra el proyecto.

El Ayuntamiento ha amenazado con retirar la licencia y hasta se ha hablado de convertirlo en un edificio de viviendas de protección oficial, pero de momento sigue sumido en el mismo estado de abandono en el que lleva ya muchos años.

Otro punto negro de la costa de Portmany es la urbanización de adosados en Punta Pedrera. En 2007, el Ayuntamiento de Sant Josep suspendió la licencia que contemplaba la construcción de 244 chalets adosados en la zona de Punta de Pedrera, el cabo que cierra Port des Torrent por el lado sur.

En 2008 el Govern balear protegió el terreno declarándolo suelo rústico protegido y la treintena de chalets que ya estaban empezados, divididos en dos bloques, se quedaron a medias. Hoy todo el cabo está sembrado de calles desiertas y las vallas que impedían el acceso a la urbanización han sido derribadas. A menudo se abandonan vehículos por toda la zona y los inmuebles, pese a sus lamentables condiciones, han sido okupados.

También están una serie de chalets abandonados en la avinguda de Sant Agustí, también en el municipio de Sant Josep, en la manzana delimitada por las calles Badajoz y Ávila, tras los apartamentos Xaloc y muy cerca del Hotel San Remo.

Aunque su estructura está terminada, no tienen puertas ni ventanas y las cubiertas y muros se encuentran cada vez más arruinados. Suman unas 45 viviendas que se distribuyen en cinco bloques repartidos por la ladera. Están unidos por calles repletas de cascotes y otros restos de obra, que ensucian el paisaje y degradan una zona habitualmente repleta de turistas.

Entre la Avinguda de Sant Agustí y la playa de Es Pouet, ya en territorio de Sant Antoni, se ubica la estructura de una promoción abandonada de chalets adosados, que devalúan esta zona tranquila de viviendas unifamiliares, también próxima a los hoteles Bellamar y Osiris.

Un cartel desgastado situado en la esquina de las calles Bella Vista y Sol Sortint indica que se pretendían construir un total de 21 viviendas unifamiliares de tres dormitorios, con piscina, plazas de aparcamiento y otros servicios. Hoy la manzana se encuentra completamente abandonada, en fuerte contraste con las casas de los alrededores.

Justo detrás del hotel Hawai y a pocos metros de la orilla de Es Pouet, en el Carrer des Molí, aguarda este edificio comercial de dos plantas, con forma de piano, que solo mantiene la estructura y parte de los muros. Se sitúa en plena zona turística y todos los días pasan por delante de él miles de personas, que van y vienen de las playas y establecimientos de la bahía hacia el centro de Sant Antoni. Está protegido por una valla poco segura y la planta baja se encuentra repleta de cascotes. Solo se utiliza como soporte para vallas publicitarias.

En la calle Cala de Bou, esquina con la calle Burgos, se sitúa un complejo inacabado de cinco edificios gemelos, de los cuales solo dos están completamente terminados. Los tres restantes albergan algunos locales comerciales y oficinas sociales en la planta baja, pero las dos alturas siguientes solo cuentan con la estructura. Su situación es la misma desde hace ya muchos años, pese a que estos inmuebles están rodeados de restaurantes, comercios y hoteles como el Mar Amantis o el San Remo.

En la zona alta de Cala de Bou, detrás del Suma, en la esquina de las calles Madrid y Navarra, puede observarse un ala de tres alturas que alberga unos 21 apartamentos. Está situada en la parte posterior de un apartahotel en funcionamiento. Esta estructura, aunque está cerrada por una valla, se encuentra muy degradada y en estado de semirruina. Frente a ella, un extenso solar vacío y emboscado.

En la zona de Port des Torrent, haciendo chaflán en la esquina de la avinguda de Sant Agustí con el Carrer de Biscaia, puede encontrarse esta parcela con la estructura de un edificio de dos plantas. El inmueble, repleto de graffitis, es utilizado por vecinos de la zona para estacionar sus vehículos a la sombra. Contrasta enormemente con los bloques de apartamentos, los hoteles y las viviendas unifamiliares anexas.