Con todos los clubs cerrados en prácticamente todo el mundo debido a la pandemia provocada por el Covid-19, Manu González, productor musical y dj ibicenco, ha tenido que posponer todos los bolos que tenía cerrados durante el 2020, tanto en Ibiza como en el extranjero, de momento. A pesar de que, reconoce, para los artistas de su sector la crisis «ha sido una bofetada fuerte», asegura haber pasado el confinamiento «tranquilo» en casa, produciendo «mucha música» y con una actitud «muy positiva».

Coronavirus, mascarillas, confinamiento, cierre de fronteras... grandes cambios en muy poco tiempo. Muchas emociones, miedo incluso, que quedarán reflejadas en la música, la literatura y el arte en general, ¿también en su sonido?

No, yo tengo mi estilo y me rijo a él, por lo que no tiene por qué cambiar...

Pero la música son sentimientos...

Sí, pero he intentado no perder la cabeza durante la pandemia y estar positivo desde que tuve mi último bolo en Londres el 28 de febrero.

Días antes del confinamiento...

Sí. Por eso he intentado estar positivo. Si me hubiera ido por la rama sentimental, teniendo en cuenta que he perdido todos los shows que teníamos programados para este verano...

Mejor no pensarlo.

Es que este año iba a ser el año más grande de mi carrera. He firmado con B4bookins, que es una de las mayores agencias de música electrónica de Europa, e iba a trabajar con ellos como artista. Obviamente con Danny detrás como mánager, pero también con una agencia que lleva a djs como Paco Osuna, Marco Carola...y estaba muy emocionado. Entonces, claro, cada vez que Danny me mandaba un correo y me decía: «Este show se ha pospuesto», una y otra vez... o estás positivo o te afecta, y es cuando influye también en tu estilo musical y en el sonido que has ido trabajando durante tantos años... Pero yo he intentado no pensar en la parte negativa y continuar haciendo lo que llevo haciendo los últimos diez años, trabajar.

¿Ha sido duro?

Sí, ha sido una bofetada muy fuerte... Estaba viajando todos los fines de semana y luchando continuamente por mi trabajo y ¡pum!, de repente un corte así... Además está la incertidumbre de no saber lo que va a pasar de aquí a un tiempo. Parece que las cosas van mejorando, pero aún no sabemos nada..

¿Ha tenido que cancelar todos los eventos?

No me gusta la palabra cancelar, prefiero decir posponer... [sonríe]

Muchos, muchísimos... tengo una cifra, pero no quiero ni decirla [bromea]. Desde el 28 de febrero hemos pospuesto el evento del IMS, bolos en Ushuaïa, Amnesia, Blue Marlin, Heart, junto a Defected... También eventos muy top a nivel internacional, en todo el mundo menos en EEUU. Tienes ilusión por empezar el calendario marcado y para el que has trabajado súper duro en el estudio, y justo cuando va a empezar la temporada... ¡pam!

¿Y cómo se mantiene activo?

Precisamente es eso sobre lo que más he hablado con Danny, sobre continuar activo, hacer sesiones online... Hemos hecho algunas que han tenido un millón de reproducciones en Facebook, cifras que yo no había tenido nunca.

¿Pinchaba desde casa?

Claro, han sido durante el confinamiento.

¿Se cobran estas sesiones virtuales?

No, son activaciones. Pones la cámara y pinchas en casa, está guay.

¿No se le hace raro?

Sí, claro, de pinchar en un club con 5.000 personas a pinchar en tu casa... Es raro.

¿Vive solo?

Sí...[ríe]

Un gran cambio.

Es impactante el cambio, pero bueno, es una activación bonita y la repercusión es fuerte y es positivo. A raíz de esta pandemia hay mucha gente que ha contactado con nosotros para hacer sesiones online y hemos intentado filtrar algunas para no hacer muchas y, las que hiciéramos, hacerlas bien.

¿Alguna que recuerde en especial?

Hice una con Danny, con el IMS, y con la UD Ibiza para recaudar fondos para Cruz Roja. Fue muy bonito porque se juntaron todos los clubs de la isla para este evento, Ushuaïa, Pacha, Amnesia, Hï, Blue Marlin etcétera, y se recaudaron 10.000 euros. El streaming con Elrow también fue una brutalidad.

¿El del pasado domingo?

No, hemos hecho dos, uno desde mi estudio y otro desde la terraza de Amnesia.

¿Qué tal fue este último?

Muy guapo. Fui al club y pinché durante una hora. Fue raro porque la última vez que pinché en la terraza de Amnesia fue el verano pasado y estaba a reventar, y el domingo no había nadie...

¿Algún otro bolo online

Sí, el viernes vamos a hacer otro junto a Defected. Proyectaremos visuales de Dalt Vila para que la gente tenga la sensación de estar en Ibiza.

Y, a nivel personal, ¿cómo ha llevado la cuarentena?

Haciendo música muchas horas al día.

¿Cuántas?

A veces hasta 15. Tengo música hecha hasta 2021 [ríe].

¿Ejercicio o repostería?

Ejercicio. He elegido la rama healthy y hace seis meses que he dejado de beber.

¿Ha habido momentos de bajón?

Claro, a veces te preguntas hasta cuándo va a durar esto. Pero no está yendo tan mal. Lanzamos nuestro sello discográfico el año pasado y hemos ido sacando discos estos meses que han tenido buena acogida. Hemos llegado a estar el número 42 del top 100, aunque teníamos miedo de cómo iba a reaccionar la industria. Los discos los compra la gente que escucha música electrónica y los dj para sus sesiones, pero si no hay sesiones... Aún así, ha ido bien.

¿Tiempo de redes sociales?

Exacto, me he mantenido muy activo en redes y, aunque siempre soy bastante cercano, ahora lo he sido más. También porque tengo más tiempo y, al ser uno de los pocos dj ibicencos que está en la isla, la gente te pregunta. Mi Instagram ha pegado un subidón increíble desde que empezó la crisis.

¿Está Ibiza demasiado silenciosa?

Sí, es algo que espero que solo se vea una vez en la vida. No voy a ser hipócrita, yo quiero trabajar y quiero que la isla siga siendo un atractivo para el turismo. Me entristece un poco verla como ahora. Es precioso ir a la playa y que esté limpia y tranquila, y este parón es muy bueno para la contaminación y para que se regenere la posidonia, pero me da pena.