La Asociación de vecinos de Sant Miquel remitió ayer un comunicado en el que muestra «la más profunda preocupación por los hechos acaecidos el pasado domingo a última hora de la tarde en la playa de Benirràs», cuando más de 200 personas se apelotonaron en una esquina de la cala sin observar las medidas de distanciamiento para evitar contagios durante una fiesta de tambores que se celebra cada domingo de temporada.

«En primer lugar, hacemos un llamamiento a las autoridades competentes para que tomen medidas de forma preventiva para evitar cualquier tipo de aglomeración de personas que pongan en peligro la salud de todas las personas que viven en Ibiza y las que en un futuro próximo puedan venir», señala Juan Tur Planells, presiente de la Asociación Anarem a Sant Miquel, que destaca que la noticia y las imágenes tuvieron «un gran eco a nivel local y nacional por todos los medios».

Multitudinaria fiesta en una playa de Ibiza

Multitudinaria fiesta en una playa de Ibiza

Los vecinos aseguran que entienden que existan ganas de salir de esta situación y de «disfrutar de nuestra querida playa de Benirràs», pero recalcan que «después de haber sufrido tanto debe imperar el sentido común y no poner en riesgo el futuro de todos por el placer de unos pocos». «Hay muchísima gente en Ibiza que está esperando poder trabajar este verano, aunque sólo sea un poco, con el fin de poder pasar dignamente el futuro invierno: tenemos que ir todos juntos en esta lucha», señala el presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Miquel. «Además, es de sobra conocido lo letal que es este virus, que no conoce ni razas ni estatus social», añade Tur. «Pido a la población en general que mantenga siempre la distancia social, y a las autoridades competentes que no permitan que los insensatos pongan en peligro el futuro de todos: ni un paso atrás, todos a una, ya queda poco», concluye Tur.

El pasado domingo, cuando llegó el atardecer, con el ruido de los tambores, mucha gente comenzó a concentrarse sin tener en cuenta las normas del estado de alarma ni el peligro de propagación del coronavirus. Se grabaron algunos vídeos que circularon por las redes sociales y generaron mucha alarma por el temor a un rebrote del virus, una duda que se despejará en unos 14 días, que es el tiempo que se tarda en mostrar síntomas. La Guardia Civil cortó el acceso a la playa pero no la desalojó para evitar conflictos.