El número de demandantes de trabajo, estadística que incluye a quienes están amparados por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), sigue aumentando sin cesar. Al finalizar mayo ya había 33.712 en esta situación (32.026 de Ibiza y 1.686 de Formentera), casi 27.000 más que 12 meses antes. Desde entonces su número se ha incrementado un 392%: un 391% más en la pitiusa mayor; un 409% más en la menor. Son peores porcentajes que en Mallorca (287%) y Menorca (275%).

El conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, admitió ayer que la situación provocada por la pandemia «habría sido mucho más dura» sin los ERTE, con muchísimas más personas apuntadas al paro. En cierto modo, los ERTE maquillan las estadísticas de desempleo. Negueruela apuntó que, conforme decaiga el estado de alarma en las próximas semanas, muchos abandonarán esos expedientes para sumarse a sus plantillas, si bien no serán pocos los que no podrán volver a sus puestos de trabajo y engrosarán aún más el desempleo pitiuso. No hay que olvidar que la actividad no se recuperará, ni mucho menos, al nivel de otras temporadas. Especialmente en estas islas, tan dependientes del turista procedente del Reino Unido, donde a duras penas remiten los contagios.

Trabajadores en ERTE. Según el Govern, hay 151.658 baleares en ERTE, de los que 22.900 (15,1%) son de Ibiza y 1.668 (1,1%) de Formentera, muchos si se tiene en cuenta que la afiliación a la Seguridad Social en abril alcanzó a unas 58.000 personas.

La mayor parte de los demandantes (11.660) son trabajadores de los servicios de restauración y comercio, seguidos (5.882) de los empleados no cualificados de servicios.

El menor número de contratos temporales de la historia. Entre las contrataciones, la temporales sufrieron en mayo la principal sangría. Hace un año se registraron 12.993 contratos de este tipo: el pasado mes, sólo 1.383 (1.103 a tiempo completo y 280 a tiempo parcial), un 89% menos. En los últimos 15 años nunca hubo tan pocos contratos temporales como en mayo y en abril (1.131) de 2020. Un ejemplo: si hace 12 meses se llegaron a firmar 1.411 empleos por una duración inferior a 30 días, el pasado mes sólo hubo 64.

Caída de indefinidos. El palo en los indefinidos también ha sido antológico: hace un año se firmaron 3.742; este, 432, un 88% menos. El mayor descenso se produjo en los fijos discontinuos, de los que sólo se dieron de alta 258, unos 3.000 menos que en mayo de 2019.

El paro se ceba en todos los sectores. Ningún sector se ha librado de la purga desencadenada por la pandemia del coronavirus. Ni siquiera la agricultura, que en principio parecía que se salvaría, pero que ha registrado un incremento del paro del 88% respecto a 2019 en Ibiza. La construcción ni siquiera se ha reanimado como se esperaba tras permitirse el reinicio de las obras: hay 1.237 desempleados en este sector de Ibiza, un 86% más que hace un año. Pero el mayor batacazo lo registran la hostelería (3.741 ibicencos sin trabajo, un 292% de incremento interanual), el comercio (1.403, un 181% más) y el resto de servicios (1.944, un 150% más).

Descenso de contrataciones en todo el ámbito laboral. Paralelamente, las contrataciones se han hundido en todos los sectores de Ibiza, sin excepción: un 19% en la agricultura; un 62% en la industria; un 24% en la construcción; un 97% en la hostelería (con 8.662 contratos menos); un 89% en el comercio (-1.287), y un 87% en el resto de servicios (-3.469).