La Guardia Civil y Policía Local de Sant Joan se encargarán de que el próximo domingo no vuelva a ocurrir lo que pasó anteayer al atardecer en la playa de Benirràs, donde unas 200 personas, 500 según algunas fuentes, se congregaron en esta cala para celebrar la famosa fiesta de los tambores sin respetar la distancia de seguridad. El próximo domingo, los agentes vigilarán el único acceso que hay a la playa evitar aglomeraciones. La Delegación del Gobierno informó ayer de que se abrirá el aparcamiento que cada verano se utiliza para evitar el colapso del tráfico en la entrada de Benirrás, y quien quiera acudir tendrá que ir en autobús o a pie.

En la fase 2 de la desescalada se permiten grupos de hasta 15 personas, y siempre manteniendo la distancia de seguridad de unos dos metros que el Gobierno marca para evitar contagios y rebrotes del coronavirus. El problema del domingo en Benirràs fue que la mayor parte de las personas que estaban en la playa se amontonaron alrededor de los tambores, en la parte sur de la playa, donde están las casetas varadero, sin respetar la distancia de seguridad. Si las personas que estaban en la playa se hubieran distribuido a lo largo de la misma se podrían haber guardado la distancias, pero fueron muchos quienes se apelotonaron en la esquina sur. En realidad, señaló la Delegación del Gobierno, no se superó el aforo de la playa, el problema fue que se juntaron muchas personas en el mismo punto.

Multitudinaria fiesta en una playa de Ibiza

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Cuando los agentes vieron que había tanta gente en la playa optaron por cortar el acceso, pero se tomó la decisión de no desalojar para no provocar incidentes con los participantes en la fiesta. Varias personas grabaron la escena y publicaron los vídeos en las redes sociales. Al parecer, cuando las personas de la playa se dieron cuenta de que la Guardia Civil había cortado el acceso, los percusionistas dejaron de tocar sus tambores y la gente comenzó a separarse y a respetar la distancia.

Por su parte, el alcalde de Sant Joan, Antonio Marí Marí, declaró a Europa Press que, a partir del 7 de junio, se restringirá el acceso a dicha playa durante los domingos. «Se hará lo mismo que todos los años, es decir, cerrar los accesos a Benirrás los domingos a partir de las 19.30 horas. Es lo que ha dado resultados», aseguró. Asimismo, Marí recordó que la masificación que suele producirse en Benirrás «no es un problema que se dé ahora, viene de lejos», aunque en estos momentos se agrava debido a la situación sanitaria provocada por el coronavirus.