El sector del transporte terrestre vinculado al turismo se encuentra ante un dilema, puesto que reiniciar la actividad puede conllevar un gasto enorme y algunos empresarios, como Miguel Costa de Ibizatours, considera que les «pone muy difícil» trabajar este verano. La última modificación introducida por el Gobierno, el pasado 13 de mayo, en la regulación de los ERTE obliga a estas empresas a pagar la cotización a la Seguridad Social de toda la plantilla incluida en los expedientes en cuanto decidan incorporar a un solo empleado.

El vicepresidente de la CAEB, José Antonio Roselló, considera que la decisión del sector entre abrir o no es «un dilema importante», ya que reiniciar la actividad supondrá «una carga de seguridad social muy grande».

El BOE del pasado día 13 establece un cuadro de exoneración de la cuota empresarial y lo hace diferenciando entre dos grupos, las de más de 50 trabajadores y las de menos. Mientras toda la plantilla esté incluida en el ERTE, las de menos de 50 se ahorrarán el 100% de la cotización, mientras que las de mayor plantilla deben pagar el 25%. Sin embargo, en cuanto la empresa quiera incorporar a parte de sus trabajadores para iniciar la actividad deberá pagar las cuotas de todos. En el mes de junio, según el BOE, la compañía debe abonar el 30% de la cuota de los reincorporados y un 55% de los que sigan suspendidos, en el caso de las de menos de 50 empleados. Para las de más de 50, la cuota para los reincorporados es del 55% y del 70% para los que siguen dentro del ERTE.

Las empresas de alquiler de coches y de transporte discrecional incluyeron a toda sus plantillas en los ERTE a pesar de que no estaban obligadas. «El Govern nos pidió que metiéramos a todos los trabajadores. Así que se incluyó a todo el personal fijo discontinuo que trabajó el año pasado y con las mismas fechas de incorporación del año pasado. De todas formas, para nosotros el personal es parte de la empresa. A nosotros no nos costaba nada hacerlo y para ellos era mejor», explica Miguel Costa, representante del sector del discrecional en la Federación del Transporte de la CAEB, y que valora que ahora esta decisión se puede volver en su contra si el Gobierno no cambia las condiciones de los ERTE.

Lo mismo sucede en el caso de las empresas de alquiler de coches. Juan Cárdenas, presidente de la Asociación de Rent a Car de la Pimeef, afirma que tomaron la decisión de incluir a toda la plantilla «por miedo a no estar haciendo bien las cosas».

Incertidumbre

En ambos sectores, el convenio permite a las empresas ir llamando a sus fijos discontinuos en función de las necesidades. Al contrario que en la hostelería, no están obligados a asegurar un mínimo de tiempo de actividad. Por tanto, según la patronal no estaban obligados a incluir a todo el personal en los ERTE.

Cárdenas asegura que ahora están a la espera de ver cómo evoluciona todo hasta el 1 de julio: «Estamos pendientes de si se reactiva el turismo español, pero también de Europa y la reactivación de los vuelos internacionales, la apertura de los aeropuertos y de las medidas de control que se exigen. Aún hay una incertidumbre muy importante, porque si no hay aviones, no hay turistas, no abren hoteles...».

El sector del alquiler está viviendo momentos difíciles con noticias como el anuncio de Nissan para dejar su planta en Barcelona, la quiebra en EE UU y Asia del gigante del rent a car Hertz o el rescate de Europcar por parte del gobierno francés.

En el transporte discrecional donde muchas empresas cuentan con plantillas grandes según Costa, «rescatar a una persona podría suponer pagar 60.000 o 70.000 euros de seguridad social al mes», lo cual es «un freno» al inicio de la actividad.

Otro problema del transporte discrecional es la limitación del aforo de los autobuses. Según el tamaño de los grupos, habrá que aumentar la capacidad, ya sea dejando de usar los vehículos pequeños y medianos o duplicando las unidades para cada viaje, lo que supone «más gasolina, más conductores y más personal de limpieza, lo que incrementará los gastos», aclara Costa, que añade: «Si se mantiene la limitación al 50% del aforo será todo muy complicado. Si antes del 1 de julio no se han quitado estas restricciones será muy difícil salir a trabajar. Nos lo ponen muy difícil».

Tanto unos como otros esperan que llegue algún tipo de solución. Para ello, las organizaciones empresariales mantienen contactos con el Govern y el Gobierno confiando que se rectifique la articulación de los ERTE publicada en el BOE del 13 de mayo.