El GEN-GOB informó ayer de que ha recibido una nueva aportación de la Fundación Marilles, en esta ocasión de 100.000 euros, para proseguir durante los próximos dos años con el desarrollo de su proyecto 'El mar, una responsabilidad de todos', que tiene como objetivo «mejorar la gobernanza en los espacios marinos de la Red Natura 2000 en colaboración con los agentes locales, autonómicos y estatales».

En esta nueva fase de la iniciativa, los ecologistas explican en un comunicado que «abordarán la problemática del ruido submarino en es Freus (que separa Ibiza de Formentera y que en verano sufre una de las mayores densidades de tráfico de barcos del mundo) y se promoverá el papel del sector pesquero como garante de la soberanía alimentaria y custodios de la biodiversidad marina».

«La Red Natura 2000 marina de Balears -indican en su nota- incluye espacios de importancia para la protección de especies como el delfín, la tortuga o la pardela; o hábitats determinados como el coralígeno y la posidonia. Estos espacios están delimitados, pero para cumplir con sus objetivos requieren de un plan de gestión. El reciente plan de gestión aprobado en Formentera es un paso más hacia la conservación del medio marino, en donde los actores locales serán la clave para su buen funcionamiento».

Hace dos años que la Fundación Marilles apoya al GEN-GOB «para que pueda seguir buscando fórmulas consensuadas para reducir los impactos y mejorar el estado ambiental de los ecosistemas del mar», recuerda esta organización. «Gracias a esta ayuda», añaden, «el GEN-GOB ha consolidado una red de colaboradores con los que trabaja para mejorar la gestión marina en Pitiusas».

Marià Marí, coordinador del Área Marina del GEN-GOB, explica: «Nuestro programa marino trabaja con una visión de la conservación a corto, medio y largo plazo. Ahora, contar de nuevo con el apoyo de Marilles nos ofrece una oportunidad fundamental para avanzar hacia el buen estado ambiental».

Para la Fundación Marilles, «tener un mar y unas costas en buen estado es esencial para la reactivación económica de Balears. Para ello necesitamos unas áreas marinas protegidas gestionadas de manera óptima y una buena implementación de la normativa actual», advierten.