La crisis sanitaria provocada por el coronavirus y el consiguiente confinamiento general decretado por el Gobierno central el pasado 14 de marzo para intentar contener la pandemia, está provocando que los registros de tráfico de pasajeros y aviones en Ibiza se desplomen como nunca lo habían hecho. Las estadísticas reflejan la excepcionalidad de la situación actual, con unos registros propios del principio de la actividad turística, allá por las décadas de los años 50 y 60, que amenazan la temporada, al menos hasta el mes de julio, que es cuando se prevé reactivar el tráfico internacional, crucial para las islas durante la temporada.

De esta manera, el cierre prácticamente total del espacio aéreo provocó que durante el pasado mes de abril sólo pasaran por la terminal aeroportuaria pitiusa 2.823 pasajeros (contabilizando las llegadas y las salidas), lo que representa una caída del 99,5% con respecto al mismo mes de 2019, cuando la cifra se situó en 517.517.

Entonces, siguiendo la pauta de los registros de años anteriores, el tráfico aéreo creció un 6,2% en el registro interanual, esto es, en abril de 2019 con respecto a abril de 2018, según consta en la estadística de Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA).

Todo ha cambiado este año. Hasta el punto de que los vuelos internacionales en abril sólo fueron 36, un descenso de prácticamente el 100%, mientras que las líneas nacionales generaron 246 trayectos, un 99% menos.

303 operaciones

En total, la única pista del aeropuerto de es Codolar gestionó el pasado abril 303 aterrizajes y despegues, lo que implica un descenso del 93,8% frente al mismo mes del año pasado. De estos vuelos, 246 tuvieron origen o destino en terminales nacionales y otros 32, en internacionales. En este caso, la caída fue del 98,5%, según los datos facilitados por AENA.

Con estos datos, se obtiene una media de 94 pasajeros al día en el aeropuerto (entre las entradas y las salidas), en una media también de diez vuelos (aterrizajes y despegues) cada jornada.

El mes de abril del año pasado, previo a una temporada turística sin sobresaltos, la media diaria de viajeros se estableció en 17.250. En cuanto a los vuelos, también de llegada y salida, fueron 161 al día. Unas cifras abrumadoramente superiores a las del mismo periodo de este ejercicio, marcado por la crisis sanitaria.

El mes anterior, marzo, también se vio afectado por el decreto de alarma del Ejecutivo central y la terminal ibicenca cerró con 99.738 viajeros (contabilizando las entradas y las salidas), cuando en marzo de 2019 la cifra se elevó a 240.090.

Esta caída, del 58,5% según contabiliza Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA), no se había producido desde que se tienen registros.

Este descenso en la actividad aeroportuaria es mucho menor que en abril porque el decreto del Gobierno que confinaba a toda la sociedad (a excepción de los profesionales de áreas esenciales) y cerraba tanto puertos como aeropuertos se decretó el día 14, por lo que se acumuló el tráfico de las primeras dos semanas del mes.

Como en el mes de abril, prácticamente la totalidad de esos viajeros, 99.527, se trasladaron en vuelos comerciales, y de éstos, 90.193 procedían o se dirigían a destinos nacionales (-58,2% con respecto al mismo periodo de 2019) y 9.324 a aeropuertos internacionales (-61,6%).

En cuanto al descalabro del sector como consecuencia de los efectos del coronavirus, se hace más evidente tras consultar la estadística sobre llegada y salida de pasajeros en los dos primeros meses del año, que junto a noviembre y diciembre son, tradicionalmente, los de menor actividad: 172.848 viajeros en enero y 179.606 en febrero, un 5,2 y un 5.3% más que en los mismos meses de 2019.

El estado de alarma decretado por la pandemia del Covid-19 ha reducido las cifras del aeropuerto ibicenco hasta dejarlas, el pasado abril, en los 2.823 viajeros antes citados.