Patronales (CAEB y Pimeef) y sindicatos (UGT y CCOO) de las Pitiusas están de acuerdo en pedir al Gobierno, a través del Govern, que modifique la parte del Real Decreto 18/2020 relativa a los trabajadores en situación de ERTE porque, en la práctica, puede desincentivar la reapertura de empresas, lo contrario de lo que se pretende. Este Real Decreto, que entró en vigor el día 13, desvincula los ERTE del estado de alarma, de forma que la duración de los mismos se podrá ampliar, pero ha pillado por sorpresa a los empresarios en lo referente a los porcentajes de los pagos a la Seguridad Social correspondientes a los trabajadores que las empresas decidan mantener desempleados. Algunas empresas, como la cafetería restaurante Racó Verd, en Sant Josep, abrieron poco antes de la entrada en vigor del decreto y ahora, por sorpresa, tras el decreto del día 13, ven incrementados sus gastos, de forma que dudan si podrán seguir abiertos o tendrán que cerrar para intentar reabrir más adelante, cuando la actividad turística sea mayor.

El RD 18/2020 contempla que las empresas acogidas a un ERTE de fuerza mayor parcial, es decir, con una parte de sus trabajadores en servicio, tendrán que pagar, en caso de que cuenten con menos de 50 empleados, que en las Pitiusas son la mayoría, un 15% de la cuota de la Seguridad Social en mayo y un 30% en junio del personal que esté trabajando. La sorpresa es que, en lo referente los trabajadores que sigan en ERTE, es decir, desempleados, el empresario tendrá que pagar también por su Seguridad Social, en concreto un 40% en mayo y un 55% en junio. Esto, en opinión de sindicatos y patronales, puede desincentivar la reapertura de los negocios.

Empresas de más de 50 empleados

Empresas de más de 50 empleados

Para las empresas de más de 50 empleados, los porcentajes de pago de las cuotas de la Seguridad Social de los empleados son mayores: 40% en mayo y 55 en junio para los trabajadores en servicio y 55% en mayo y 70% en junio para los que sigan en un ERTE.

El presidente de la Pimeef, Alfonso Rojo, que remarcó que patronales y sindicatos van de la mano en este asunto «desde el minuto uno», considera que lo ideal es que el Gobierno entendiera las particularidades del sector turístico y creara un ERTE específico. «Esto es un tiro por debajo de la línea de flotación, pedimos protección total hasta que no tengamos claro que nuestras empresas van a tener actividad, y por eso queremos la denominación de ERTE turístico», dijo Rojo.

El máximo posible

El máximo posible

Por su parte, la secretaria de Organización de CCOO en las Pitiusas, Consuelo López, pide «exonerar al máximo» a los empresarios de pagar las cuotas de la Seguridad Social de los trabajadores no activos, los que siguen dentro del ERTE. «Lo que tenemos que hacer en las islas es empujar todos en la misma dirección para llevar una propuesta, junto con Canarias, para que la hostelería quede protegida», añadió.

El secretario general de UGT, Fernando Fernández, explicó que su sindicato está intentando contactar con el Govern para que pida al Ministerio de Trabajo que «haga una aclaración de este Real Decreto, porque el espíritu es sacar a la gente del ERTE, pero sin sanción para los que se quedan». «Lo que hacen [con esta medida] es contradecir el espíritu, la idea original, que era agilizar que las empresas pudieran abrir y sacar gente del ERTE, pero claro, si los sancionas... No sé si hay un error o no y llegará una rectificación o aclaración de este decreto, porque la idea que se negoció no era ésta», añadió. «Hay una cosa que está clara, ¿por qué tengo que poner a trabajar a diez si necesito dos?, pues me arreglo y mantengo cerrado el negocio hasta el 30 de junio, así no me sancionan», razonó el secretario general de UGT en Ibiza y Formentera. «Esta medida retrae a la empresa para que abra», consideró.

Por su parte, el vicepresidente de la CAEB para Ibiza y Formentera, José Antonio Roselló, se refirió a la necesidad de desvincular los ERTE del estado de alarma con el fin de que éstos se puedan prorrogar, que es una de las medidas que se adoptan en el Real Decreto 18/2020. «Por un lado, se intenta hacer un bien, pero la sorpresa surge al diferenciar entre el ERTE de fuerza mayor total y el de fuerza mayor parcial», señaló.

«Si el empresario contrata, pasa a ERTE de fuerza mayor parcial, y los trabajadores que incorpora tienen una exoneración [en el pago de las cuotas a la Seguridad Social], pero en el caso de los trabajadores no activados, y aquí viene la sorpresa, sigue habiendo exoneración, pero con costes muy importantes en una época en la que la economía está en un momento muy delicado, y lo que puede pasar es que no abran», coincidió Roselló.

Una «bolsa que pesa»

Una «bolsa que pesa»

«Por un lado hay un incentivo a incorporar trabajadores pero también una desincentivación, porque hay una bolsa que pesa, que es la de los trabajadores que no incorporas», describió el vicepresidente de la CAEB.

«Yo sugeriría que cuando una empresa reincorpora es porque tiene una expectativa de actividad e ingresos, y como las empresas son la clave, habría que mantener la exoneración al cien por cien de los trabajadores que el empresario no reincorpore, o al menos una mayor exoneración», añadió. «No se debería vulnerar el espíritu de los ERTE con esta medida», zanjó.