El aeropuerto de Ibiza quedó ayer oficialmente abierto para vuelos internacionales, aunque por el momento sólo están previstos los dos trayectos semanales que ya existían con la ciudad alemana de Düsseldorf, que opera la compañía Eurowings jueves y domingos. La Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA) dijo ayer que, a corto plazo, no se esperan más vuelos internacionales en Ibiza. Dependerá de cómo evolucionen los acontecimientos en los próximos días y de si la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA) legitima la apertura de algún corredor sanitario internacional, señaló AECA.

Al mismo tiempo que el aeródromo ibicenco se abre a los vuelos internacionales, el Gobierno ha ampliado los supuestos en los que se permite la entrada de pasajeros extranjeros, que en todos los casos tendrán que guardar una cuarentena de 14 días cuyo cumplimiento, por otra parte, resulta casi imposible de controlar por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad.

Desde ayer pueden entrar en la isla, por puerto y aeropuerto, los extranjeros que acrediten que vienen a la isla a trabajar. Hasta ahora sólo podían hacerlo residentes o personas que acreditaran algún motivo de fuerza mayor, como el fallecimiento de un familiar o causas médicas. Por tanto, se prevé que en los próximos vuelos de Düseldorf, y en los que se puedan poner en funcionamiento en los próximos días, lleguen a la isla trabajadores extranjeros que tendrán que observar la cuarentena de 14 días, con excepción de los transportistas y los trabajadores transfronterizos.

La Delegación del Gobierno informó ayer de que las personas sometidas a la cuarentena deben facilitar a la Guardia Civil o a la Policía Nacional en el aeropuerto la dirección en la que se alojan. Además, se comprometen a tomarse la temperatura dos veces al día e informar si muestran síntomas de la enfermedad. Regularmente, durante la cuarentena, personal sanitario del Govern se pondrá en contacto con ellos para recabar esta información.

Sólo pueden salir de sus alojamientos para compras esenciales, principalmente a tiendas y supermercados y farmacias. En caso de ser sorprendidos vulnerando la cuarentena por los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad, serán propuestos para sanción y se enfrentarán a multas de que oscilan entre los 30.001 y los 600.000 euros en los casos muy graves, de 601 a 30.000 en los graves, y de 100 a 600 en los leves.

Las medidas de control en el aeropuerto se mantienen igual, es decir, todos los pasajeros que llegan a la isla han de rellenar un formulario durante el vuelo en el que se les pregunta si tienen síntomas de Covid-19 y, ya en tierra, se les toma la temperatura, algo de lo que en el caso de Ibiza se encargan voluntarios de Cruz Roja, aunque está previsto que próximamente se encargue personal sanitario del Govern, señalaron fuentes oficiales. En el aeropuerto de Mallorca este trabajo lo realiza el personal de Sanidad Exterior, dependiente del Ministerio.

El aeropuerto de Mallorca lleva tres días de ventaja al de Ibiza en cuanto a la apertura a los vuelos internacionales, de manera que a Palma están llegado trabajadores extranjeros desde el viernes. La Delegación del Gobierno informó de que el primer día 42 pasajeros extranjeros quedaron sometidos a la cuarentena en Mallorca, 21 el sábado y 62 el domingo.