Suma y sigue, la pandemia también infectó el mercado laboral pitiuso durante el mes de abril: el coronavirus se llevó por delante 11.327 puestos de trabajo y 1.894 empresas de las Pitiusas. Comparado con el mismo mes de hace un año, ha arrasado con el 16,2% de los afiliados y con el 20% de los negocios de estas islas. Pero podría ser peor, pues los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que afectan a unas 16.900 personas en Ibiza y Formentera, maquillan esta estadística. De momento.

No obstante, no son pocos los trabajadores que ya han sido despedidos. Ibiza acabó el mes con sólo 55.027 cotizantes, ligeramente por encima de los que había en el año 2016. En Formentera, la caída interanual ha sido más pronunciada: allí hay 3.339 puestos, también al nivel del dato de hace cuatro años.

Las Pitiusas son las islas de la Comunitat balear con los peores registros laborales. El empleo en Ibiza ha caído un 15,6%, al liquidar en un mes 10.217 puestos de trabajo. Y en Formentera, la epidemia ha provocado la desaparición del 25% de los afiliados a la Seguridad Social (-1.110). Son porcentajes muy superiores al de Mallorca (-9,3%) y al de Menorca (-11,2%), según los datos publicados ayer por el Instituto Balear de Estadística (Ibestat).

Dentro de la isla de Ibiza, el golpe ha sido asimétrico. Los mejor parados han sido Vila y Santa Eulària, con una destrucción del 13,4% de sus empleos. Ese porcentaje asciende al 17% en Sant Joan, al 20% en Sant Antoni y al 21,1% de Sant Josep, donde, pese a que su peso laboral es notablemente inferior, el Covid-19 ha borrado del mapa casi 400 empleos más que en Santa Eulària.

Hundimiento de la hostelería. El sector más afectado ha sido la hostelería. En Ibiza ha fulminado 5.564 empleos, el 27% de los que había hace un año. Y los que quedan, 15.095 (menos de los que había hace cuatro años), están cogidos con los alfileres de los ERTE. De esa destrucción inédita en uno de los principales motores económicos de la isla, 2.680 afiliados a la Seguridad Social corresponden a los servicios de alojamiento (en los que la caída interanual ha sido del 25,6%) y 2.884 a los servicios de comidas y bebidas (-28,3% respecto a hace un año). En Formentera ha sido aún peor: ha menguado un 42% en la hostelería, con 774 trabajos menos. En el alojamiento, el hundimiento ha sido del 43,4%; en la restauración, del 40,7%. Paralelamente, el número de empresas de alojamiento de Ibiza se contrajo un 18% (y un -19% en Formentera), y el de comidas y bebidas, casi un 24% (en la pitiusa menor, -37%).

Sufre la construcción. Aunque no tanto como la hostelería, el sector del ladrillo lo pasó muy mal durante el periodo en el que el Gobierno restringió el acceso a las obras. Ha perdido un millar de empleos, un 11,5% interanual, tanto en la construcción de edificios (-12,4%), como en la ingeniería civil (-27%) y las actividades especializadas (-10%). Posiblemente recupere algo de fuelle en mayo, si bien ya hay obreros que se buscan la vida en la Península. De hecho, por primera vez desde hace siete años se destruyeron empresas (-10,8%) en este sector, 118. Ha perdido gas (-10,3%) incluso el trabajo en inmobiliarias de Ibiza (-26,4% en Formentera), por primera vez en la última década. Paralelamente, han desaparecido el 10% de sus empresas ibicencas.

El menor número de comercios de la última década. Con la actividad prácticamente paralizada, el comercio ibicenco al por menor, ya tocado por el auge de Internet, ha padecido una nueva puntilla: en abril restó otro millar de cotizantes (-17,5%) a la Seguridad Social, hasta caer a los 5.026 puestos, prácticamente los mismos que en 2014. Peor es el dato de comercios al por menor activos: 802, un 20% menos que hace un año. Desde 2009 (cuando se modificó esta estadística, al aplicar otros baremos) no hay una cifra tan baja. Los datos son aún más negros en Formentera. El empleo de ese subsector se redujo un 27,4% y el número de negocios, un 34,5%.

Más trabajo en agricultura y actividades de correos. Pero no todos los sectores se llevaron un palo en abril. La agricultura (425 cotizantes) aumentó un 6% sus empleos en Ibiza (si bien restó un 10% sus cuentas de cotización) e incluso sumó dos trabajadores en Formentera. Y mientras el comercio convencional desciende a los infiernos, en subsectores como las actividades postales y de correos se nota el auge del comercio electrónico, en el que han crecido un 51% sus afiliados a la Seguridad Social en la isla de Ibiza.

La mayor destrucción de empresas de la Comunitat. Igual que sucede en el apartado de afiliaciones, Ibiza (-14,5%) y Formentera (-25,1%) están a la cabeza de la destrucción de empresas con trabajadores del régimen general, por encima de los porcentajes de Mallorca (-10,6%) y de Menorca (-13,4%). Y dentro de la isla de Ibiza, la mejor parada es Santa Eulària, que ha perdido el 12,2% de sus negocios. En el municipio de Vila, la merma ha sido del 14,3%; del 14,5% en Sant Joan; del 16% en Sant Josep, y del 17,3% en Sant Antoni.