El pasado lunes, 4 de mayo, fecha en la que Balears entró en la fase 0, el Arxiu Històric d'Eivissa i Formentera ( Aheif) abrió de nuevo al público las puertas de sus dependencias en el edificio de Can Botino, en Dalt Vila. Esta reapertura, como explica su directora, Fanny Tur, es «con cita previa» y solo en el caso de cumplir las condiciones que establece la orden del Ministerio de Sanidad que salió publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado 3 de mayo.

Hasta que se declaró el estado de alarma a consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus los ciudadanos podían presentarse directamente en las instalaciones del Arxiu Històric y se les facilitaba la documentación que requerían al momento. Ahora la situación ha cambiado. Los usuarios solo pueden acudir a Can Botino pidiendo antes cita y únicamente en el caso de que puedan demostrar que «la consulta presencial es absolutamente imprescindible». «Antes de presentarse en el Aheif los interesados tendrán que solicitar por escrito exactamente la documentación que desean y demostrar que es un caso absolutamente excepcional. Nosotros les comunicaremos día y hora de la cita. Solo podrán consultar un máximo de diez documentos por jornada», detalla.

Los usuarios deberán acudir a Can Botino provistos de mascarillas y guantes, elementos que también porta el personal del archivo, que pondrá a su disposición gel hidroalcohólico para garantizar la higiene de manos. En la entrada comprobarán que se ha delimitado con una catenaria el espacio donde trabaja el personal auxiliar para que se respeten las distancias de seguridad.

La cuarentena

Todo los documentos que manipule el público, según establece el BOE, deberán «quedar en cuarentena durante un periodo mínimo de diez días antes de poder ser utilizados de nuevo». «Hay materiales delicados, como los negativos fotográficos, que los usuarios no podrán manipular porque su desinfección los pone en peligro», explica la directora del Aheif. También está prohibido al público la utilización de los dos ordenadores que el Arxiu Històric tenía hasta ahora habilitados para el uso público.

Desde el pasado 4 de mayo solo un usuario, un estudiante que está realizando su trabajo de final de grado, ha solicitado cita previa y ha acudido a consultar documentos a las dependencias de Can Botino.

En la orden ministerial del 3 de mayo se especifica claramente «que los archivos prestarán sus servicios preferentemente por vía telemática». Pero eso no es un novedad para el Aheif, que ha seguido atendiendo a los usuarios a través de internet desde que se declaró el estado de alarma y tuvo que cerrar temporalmente sus puertas.

«Durante el confinamiento se han cuadriplicado las consultas telemáticas al archivo, que ha seguido trabajando a puerta cerrada», afirma Fanny Tur.

En este periodo el personal del Aheif ha trabajado en diversas tareas. «Hemos digitalizado material para ampliar la documentación que se puede consultar en nuestra web, hemos escaneado documentos para enviarlos a los usuarios que nos lo solicitaban, hemos revisado secciones y hemos hecho limpieza», cita. Gracias a estas labores, desde abril ya están disponibles en la web del Ayuntamiento los documentos más importantes del Aheif y se ha incorporado al Catálogo Bibliográfico de Balears toda la biblioteca de Enrique Fajarnés Cardona, entre otras muchas cosas.

En esta cuarentena, el Arxiu Històric ha apostado por las redes sociales para mantener vivo el contacto con el público, informándole de sus avances y ofreciéndole secciones como el 'Documento del día'.