De 300 coches vendidos cada mes a vender sólo 4. Esto es lo que sucedió durante el pasado mes de abril en los concesionarios automovilísticos de la isla de Ibiza, donde la actividad, como en tantos otros sectores, se ha cortado en seco durante este periodo, marcado por el confinamiento más estricto de principio a fin.

A partir del lunes, los concesionarios reabren sus puertas al público, que podrá volver a visitar las exposiciones de vehículos y recabar información en los establecimientos. Todos ellos han permanecido cerrados desde mediados de marzo y sólo han atendido casos de emergencia, sobre todo en su sección de taller.

El presidente de la Asociación Empresarial de Automoción y Maquinaria de Ibiza y Formentera (AEMA), José Antonio Colomar, señaló que desde el día 11 todos los concesionarios habilitarán «medidas enfocadas a garantizar la salud de clientes, proveedores y trabajadores para evitar contagios por el Covid-19».

21 marcas en Ibiza

21 marcas en Ibiza

Colomar señaló que en todo Balears se han vendido únicamente 24 coches durante el mes de abril, entre los que se encuentran los cuatro de Ibiza, cuando normalmente son unos 300 al mes los que se matriculan. Ello ha supuesto una bajada de la facturación en los concesionarios insulares de entre el 92% y el 95%, explicó.

En Ibiza funcionan actualmente nueve establecimientos de automoción, que representan un total de 21 marcas. Todos ellos han tenido que aplicar expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) durante estas nueve semanas, que en unos casos han afectado al 70% del personal y en otros, al 100%.

La previsión que hace el presidente de este gremio es «recobrar la normalidad poco a poco e ir reincorporando progresivamente al personal, no empezaremos al 100% de la capacidad; dependerá un poco de cada caso».

Esa recuperación paulatina de la actividad no impedirá que 2020 sea un año totalmente negativo para la automoción, tanto en Ibiza como el resto del país. De hecho, José Antonio Colomar indica que la previsión en el conjunto de España augura una caída de la matriculación de entre un 35% y un 40%, «pero la situación en Ibiza seguramente será algo peor».

Difícil camino a la normalidad

Difícil camino a la normalidad

En cuanto a la duración de esta situación, los concesionarios ibicencos no se atreven a realizar ningún pronóstico, dada la incertidumbre que afecta a todo, «pero como esta es una isla que depende del turismo, mientras no volvamos a tener turistas será difícil que recuperemos la normalidad», añadió.

Con la reapertura de los concesionarios, se irá normalizando también el suministro de vehículos desde la península, así como de piezas, «si bien este suministro nunca se ha interrumpido del todo», afirma el responsable de AEMA. De hecho, la mayoría de concesionarios ha realizado «jornadas reducidas» durante estas nueve semanas de confinamiento para atender los casos más perentorios de sus clientes.

En todo caso, la venta de coches en Ibiza y Formentera se ve también afectada por el cierre que han sufrido las fábricas de las grandes marcas, que sólo a partir de estos momentos están reanudando su actividad. Por este motivo, algunos empresarios han explicado que se puede producir algún pequeño retraso en la entrega de vehículos a los compradores, pero que ello es atribuible al simple hecho de que se detuvo la cadena de producción en la fábrica correspondiente. La mayoría de grandes marcas ya están reactivando la fabricación.