Lo ocurrido en marzo fue el preludio de lo que estaba por llegar. Aquel aumento del paro del 17%, aun siendo enorme, se antoja ahora insignificante comparado con el 88% registrado en abril. Ni siquiera los ERTE -pese a que también su número es abrumador y otro anticipo de la penuria que se cierne sobre estas islas si la economía no se recupera pronto- han conseguido aliviar esos datos del desempleo. En total, en Balears había 141.614 trabajadores acogidos a ese tipo de expedientes de regulación laboral al acabar abril, de los que el 11,6% eran de Ibiza, es decir, 16.427 personas, y el 0,3% de Formentera, un total de 424.

Es decir, hay 16.851 pitiusos a los que se ha abierto un expediente de regulación de empleo temporal y que, por tanto, no figuran aún en las cifras del paro. El propio Govern reconoce que «la caída de afiliación habría sido mayor sin aplicar los ERTE». Y la de desempleo. De no reactivarse la economía, muchos de esos 16.851 ibicencos y formenterenses se sumarán a las listas del paro en cuanto se dé por concluido el estado de alarma.

Iago Negueruela, conseller de Trabajo, explicó ayer en rueda de prensa que su departamento ha calculado qué habría pasado si las empresas no hubieran dispuesto de una herramienta de protección como los ERTE, dado que todos los incluidos dentro de los expedientes de regulación de ocupación habrían sido despedidos y, por lo tanto, entrarían en las estadísticas de paro. En estas circunstancias, «estaríamos hablando de una cifra próxima a los 170.000 desempleados en Balears [en la actualidad hay 72.542], es decir, de un incremento del 281% respecto a los datos del año pasado».

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Si extrapolamos esa estimación a cada isla, Ibiza tendría ahora 19.700 parados (10.000 más que los contabilizados en abril); Formentera, 670 (unos 400 más). En total, 20.370 en las Pitiusas. Es una cantidad jamás alcanzada en esta parte del archipiélago balear, ni siquiera durante la pasada recesión: entonces, el tope fueron 12.266 desempleados, contabilizados en noviembre de 2011.

Pero los ERTE dejan su huella en otra estadística diferente a la del paro: la de demandantes de ocupación, que en las Pitiusas se han disparado. En Ibiza había 28.839 al concluir abril, un 146,3% más que hace un año. Y en Formentera, 1.521, un 120% más. Son un total de 30.360 en las Pitiusas, lo que supone un 145% de aumento interanual. Mallorca lidera el ranking de abril de 2020 con un incremento del 185,7%. En Menorca fue del 133%.

Se trata de 12.000 demandantes pitiusos más que los que hubo en 2012, cuando esa cifra alcanzó su particular techo en este mes, lo que da una idea de la magnitud de la actual (colosal) crisis.

La incorporación de demandantes de empleo en las Pitiusas se aceleró en abril con 14.026 más en solo un mes, lo nunca visto. La mayoría se han acogido a los ERTE. En marzo, especialmente durante su segunda quincena, fueron 3.000, que ya eran muchos. Pero un mes después casi se multiplicaron por cinco.

De los 1.655 contratos firmados en abril, 524 fueron indefinidos, un 78% menos que en 2019. La mayoría (365) fueron fijos discontinuos. Las contrataciones temporales, sencillamente se desplomaron: de las 7.656 de hace un año se pasó a 1.131, un 85,2% menos. Es precisamente el empleo temporal el que más está acusando esta excepcional crisis. Incluso los contratos por menos de un mes, antaño numerosos, cayeron en abril hasta una ridícula cantidad: 112.