La UIB ha decidido mantener la suspensión de las clases presenciales hasta el final de curso por el coronavirus, según han comunicado hoy representantes de la Universitat a la conselleria de Educación en la reunión que han celebrado para valorar la posibilidad de retomar la enseñanza presencia durante lo que queda de curso.

Según ha informado la Conselleria, desde la UIB se ha trasladado el acuerdo del Consejo de Dirección que considera dar por finalizada la docencia presencial del segundo semestre del curso 2019-2020 y en consecuencia que toda la actividad docente pendiente continúe en formato virtual.

Desde la Universidad se ha considerado que puesto que, puesto que una vez acabado el estado de alarma sanitaria la actividad se retomará de forma progresiva, para evitar incertidumbres en la organización de la docencia del curso 2019-2020, era mejor dar por finalizada la docencia presencial del segundo semestre del curso 2019-2020 y en consecuencia que toda la actividad docente pendiente continúe en formato virtual.

Desde Educación se ha valorado especialmente la autonomía universitaria y el hecho que el alumnado de la UIB cuenta con un nivel de autonomía en su gestión del tiempo de estudio que requiere de más certeza que en otros niveles educativos.

En cualquier caso, la Conselleria valora la coordinación existente entre la UIB y el Govern a la hora de tomar las decisiones que vienen obligadas por la situación actual.

El procedimiento aprobado por la UIB es, así, dar por finalizada la docencia presencial del segundo semestre y que toda la actividad docente pendiente continúe en formato virtual. Los centros de la UIB irán modificando los aspectos metodológicos, de evaluación y de temporalización de las diferentes asignaturas para permitir transformar la actividad presencial en no presencial. El servicio de Campus Digital, la Oficina de Apoyo a la Docencia y el Centro de Tecnologías de la Información seguirán apoyando esta labor.

Junto a ello, se mantiene abierta la posibilidad de retomar presencialmente algunas actividades académicas siempre garantizando las condiciones óptimas de seguridad para la salud, siguiendo las instrucciones de las autoridades sanitarias.

Esta posibilidad se aplicaría en concreto en el caso de las prácticas externas que no se puedan transformar en actividad no presencial, para lo cual los centros establecerán un procedimiento de adaptación de la docencia y la evaluación en coordinación con el vicerrectorado de Docencia.

Las prácticas de laboratorio y salidas de campo que no han podido ser sustituidas serán reprogramadas en el momento en qué sea posible, preferentemente en el mes de julio y, si procede, septiembre.

Además, se mantiene abierta la posibilidad de establecer un periodo para la evaluación presencial de las asignaturas del segundo semestre siempre garantizando las condiciones óptimas de seguridad para la salud.