Las medidas de confinamiento de la población europea y española tendrán un elevado coste para la economía pitiusa, cientos de millones de euros que esta temporada no llegarán a las arcas de las empresas ni a los bolsillos de los trabajadores por cuenta ajena ni autónomos. De momento, los números rojos ya tienen nueve dígitos: si la temporada se hubiera desarrollado como la del año 2019, el gasto turístico en Ibiza y Formentera ya habría ascendido a 145 millones de euros. Hasta ahora, cero euros.

Es la cantidad que el Egatur calculó el pasado año para estas fechas: 30,5 millones correspondían al mes de marzo; el resto, 114,65 millones de euros, al de abril, que ya se da por perdido.

Peor es lo que está por venir, los meses fuertes de la temporada, cuando los hoteles y la restauración están repletos de clientes. Si la cuarentena (y, por tanto, la imposibilidad de que lleguen turistas) continuara en mayo, ese saldo negativo se elevaría otros 321 millones de euros, que es el gasto que, aproximadamente, hicieron los viajeros los dos últimos ejercicios durante ese mes.

Pero aún es posible que el estado de alarma se levante en España en abril y en mayo empiecen a aterrizar turistas en es Codolar... aunque no de todos los países. El Reino Unido ya ha advertido de que, en vista del aluvión de casos que llegan a sus hospitales, incluso podría alargar el confinamiento seis meses, hasta septiembre. Es decir, aunque aquí se hubiera resuelto la pandemia, no podríamos albergar a nadie de nuestro segundo mejor mercado emisor, sólo por detrás del español. En caso de que el primer ministro británico, Boris Johnson, deje de pensar que esta epidemia es poca cosa y enclaustre a los súbditos de la reina Isabel en sus casas hasta el otoño, las pérdidas de Ibiza serían multimillonarias. Y lo que es peor, ningún otro mercado podrá amortiguarlas. Entre marzo y septiembre de las dos últimas temporadas, el gasto turístico de los británicos rondó los 740 millones de euros. En el mejor de los casos, las autoridades británicas barajan mantener el control de movimientos hasta junio, lo que supondría 245 millones de euros menos (teniendo en cuenta el gasto de los dos pasados años, que es un buen referente).

También da escalofríos ver el resultado de la calculadora cuando se suma el gasto que generaron los italianos, tercera fuente turística de riqueza de las Pitiusas, especialmente de Formentera. En el caso de ese país trasalpino, su Gobierno ya plantea medidas que impedirían el libre movimiento de sus ciudadanos hasta el 31 de julio. En la región de Friuli-Venecia Julia, al noreste, el estado de emergencia durará hasta esa fecha. Eso tendría un coste altísimo para estas islas: en 2019, por ejemplo, el gasto turístico de los italianos ascendió a 220 millones de euros entre abril y julio. Un millar de millones si se suma al de los británicos.