La conciencia de que es necesario quedarse en casa para evitar el avance del coronavirus es cada vez mayor pero, así y todo, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y las policías locales levantan cada día en Ibiza entre 40 y 50 denuncias.

La Policía Local de Santa Eulària informó ayer de que el lunes interpuso cinco denuncias por diferentes tipos de vulneración de la orden de confinamiento. Dos denuncias recayeron en dos hombres que fueron encontrados cerca de la desembocadura del río y que admitieron que habían quedado en la playa para fumar. Otra denuncia, cerca de la medianoche, se impuso a un menor de edad que circulaba en bicicleta por el Paseo Marítimo de Santa Eulària. El joven, residente a Cala Llonga, alegó que tras muchos de días confinado en casa se encontraba muy agobiado y había decidido hacer un poco de ejercicio. Los agentes avisaron a un familiar para que se hiciera cargo de él.

El Ayuntamiento de Santa Eulària también informó acerca de un conductor que fue interceptado de madrugada en la calle Sant Jaume. Los agentes observaron cómo derrapó al acceder a esta calle. El conductor, también residente en Cala Llonga, alegó que necesitaba ir a la farmacia de guardia porque le dolía el estómago. Sin embargo, poco antes había pasado por la puerta de la farmacia sin pararse. Dijo que había visto la cruz verde encendida, pero que al haber una reja, pensaba que el local estaba cerrado. Los agentes le multaron.

Por su parte, la Delegación del Gobierno en Balears informó ayer de que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en coordinación con las policías locales, detuvieron el lunes a siete personas en las islas por no respetar el confinamiento, una de ellas en Ibiza. Los otros seis fueron arrestados en Mallorca, cuatro de ellos en Palma.