La Policía Nacional detuvo anteayer por la tarde en Ibiza a un hombre de 61 años tras ser sorprendido en la vía pública en estado ebrio y negarse a ser identificado por los agentes. El día anterior ya había sido localizado también en la calle «sin causa justificada».

Ademas, la Delegación del Gobierno en Balears informó en una nota de prensa de que la Policía Nacional y de la Guardia Civil refuerzan la vigilancia en los colegios de las islas, ya que ayer comenzó el reparto de las tarjetas prepago de las becas comedor.

Por otro lado, los agentes continúan con los controles en puertos, aeropuertos y carreteras del archipiélago, «donde el tráfico se ha reducido de forma drástica». La Guardia Civil impidió anteayer por la tarde la entrada a Ibiza a tres pasajeros, dos de ellos extranjeros, que viajaban por separado en un mismo vuelo procedente de Barcelona. Al no poder justificar su viaje, se les obligó a volver a la Ciudad Condal en el siguiente vuelo. En total, el aeropuerto de es Codolar recibió anteayer 69 viajeros en tres vuelos y 175 abandonaron la isla en otros tres aviones.

En Santa Eulària, por su parte, la Policía Local interpuso un total de ocho denuncias a vecinos que no respetaron el confinamiento. Dos de las multas fueron interpuestas a dos personas que tomaban juntas el sol en la zona de Sa Punta. Como al ser sorprendidos iban indocumentados, la patrulla les acompañó a sus domicilios para descartar que hubiera otros requerimientos judiciales, según informó ayer el Ayuntamiento en una nota de prensa.

Además, a primera hora de la tarde de anteayer, agentes de la Policía Local acudieron a unos apartamentos situados en la carretera de es Canar, donde un grupo de personas tomaba el sol, escuchaba música e incluso jugaba al ping-pong. Cuando estos vecinos vieron a los agentes trataron de escapar y dejaron algunos objetos personales que permitieron formular las denuncias pertinentes contra tres ellos.

En Sant Antoni, la Policía Local interpuso el pasado domingo una denuncia a un hombre por nadar en la playa de Caló des Moro, que alegó que estaba «algo estresado» y que por ese motivo había decidido darse un baño.

El mismo día, la Policía de Sant Antoni abrió diligencias policiales a una ciudadana de Reino Unido por intentar esquivar un control policial en el Passeig de la Mar. Cuando los agentes le pidieron la documentación a la conductora, esta aceleró y, al saltarse el control policial, golpeó «de forma leve» a uno de los agentes. Dicho vehículo fue parado unos metros más adelante por otros policías, que estaban de refuerzo en un punto estático de control de vehículos, por lo que la británica fue denunciada por desobediencia y atentado contra los agentes de la autoridad, según informó ayer el Consistorio en un comunicado.

Desde que se decretó el estado de alarma, la Policía de Sant Antoni ha interpuesto 204 denuncias por incumplir las restricciones.