El hospital Can Misses ocupa por ahora poco más de una de cada cuatro camas previstas para atender a personas contagiadas por el Covid-19. En total, Ibiza registró ayer nueve positivos, cinco de ellos ingresaron en Can Misses y cuatro en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, dos en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) por la gravedad de su infección.

Así, en Ibiza se contabilizan ya 67 personas diagnosticadas por el coronavirus, 66 activos (una persona falleció): 41 pacientes se encuentran ingresados en los dos centros hospitalarios (34 en Can Misses, de los cuales 12 están en la UCI, y siete en la Policlínica, con tres casos en la UCI) y 25 evolucionan de su enfermedad en su casa.

El hospital público de la isla cuenta con 123 camas para atender a personas infectadas con el Covid-19: 40 en la planta de Medicina interna F, 56 en el antiguo hospital (el edificio J) y 27 de UCI. Actualmente se ocupan 34 camas, lo que supone el 27,6% del total. Aparte, está la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, donde ahora hay siete pacientes.

Can Misses prepara el área quirúrgica del centro para habilitar 12 camas que, en el caso de que se produjera un aumento de pacientes en estado crítico, se sumarían a las tres más que se han dispuesto tras la ampliación acometida en la UCI. Actualmente, hay 15 camas en la UCI y 11 más en la Unidad de Reanimación Post Anestesia (URPA), por lo que, sumando las nuevas 12 previstas en el área de quirófanos, el hospital cuenta con 38 plazas para atender a pacientes críticos, 27 con coronavirus y 11 para el resto de patologías. Ayer había 12 en UCI y tres en URPA, según los datos facilitados por el Ib-Salut.

Durante los últimos tres días no se ha producido ningún nuevo contagio de Covid-19 entre los profesionales sanitarios de la isla. Se mantienen los cinco positivos que siguen la evolución de su enfermedad desde casa. Todos ellos tienen sintomatología «leve», según el Ib-Salut. Hay otros 16 sanitarios de la isla que están en vigilancia en sus domicilios.

La incidencia de la epidemia en las residencias de Ibiza tampoco ha variado en las últimas 24 horas: se mantienen los tres positivos de internos en Can Blai, en Santa Eulària, y el de un trabajador de este centro, más el de otro residente de Cas Serres, en Eivissa.

Pruebas para detectar el virus

Pruebas para detectar el virus

El punto de recogida de muestras para detectar el coronavirus en la isla (para pacientes que requieren ser ingresados y profesionales de servicios esenciales, como sanitarios, policías, bomberos... según el protocolo marcado por el Ministerio de Sanidad) ha tomado hasta ahora un total de 72 pruebas. Durante la primera jornada se recogieron 12 muestras, 50 en la segunda y 10 hasta el mediodía. El horario de este servicio se ha ampliado de 8 a 15 horas, y también los fines de semana.

Por su parte, el portavoz del Comité de Gestión de Enfermedades Infecciosas de Balears, Javier Arranz, destacó que en Balears, donde ayer había registrados 862 casos de positivos por coronavirus, 107 más que el viernes (un 14,2% más) y 32 fallecidos, se ha producido «una ralentización» en el incremento de nuevos casos, lo cual es una buena noticia». Este dato positivo se suma al del aumento de «altas definitivas» de pacientes que ya se han curado: 97 en las islas, 17 más que el viernes (un 22% más), ninguna en Ibiza..

Arranz dijo que «el tiempo de duplicación», el periodo en el que se multiplican por dos los positivos, se está estirando, lo cual es un signo de que se acerca el pico de casos (ver página 4). Ahora se requiere entre 4,5 y cinco días para que se doble el número de infectados.

También indicó que en Ibiza y Menorca, como la expansión del contagio empezó algo más tarde que en Mallorca y como coincidió con el inicio del confinamiento de la población, «el máximo de casos se alcanzaría también más adelante» o bien «podría ser no tan alto». «Es una sensación, porque resulta difícil evaluarlo porque hay un número de casos pequeño», dijo.

En el caso de Formentera, que sigue sin registrar un solo positivo, el doctor Arranz insistió en que al ser una población reducida, donde hay «menos aglomeraciones, el nivel de transmisión es menor». «Si es difícil que lleguen ahí personas infectadas, las probabilidades de contagio se reducen muchísimo».

Arranz subrayó que el material de protección que utilizan los sanitarios cumplen los requisitos que ha marcado el Ministerio de Sanidad, aunque apuntó que se utilizan diversos tipos, con mayor o menor grado de protección, en función de la situación. «No es necesario que se emplee el mismo equipo para atender a una persona con una ligera tos que a un paciente en la UCI. En la situación que estamos, hay que adecuarse al nivel de riesgo que tengamos delante».