La dirección de la Petita i Mitjana Empresa d'Eivissa i Formentera (Pimeef) solicita a sus asociados, que aún pueden trabajar, que cierren salvo para cubrir los servicios de emergencia. La petición de la patronal se dirige a aquellos que teniendo permitido operar por el decreto de estado de alarma hayan visto caer su actividad de forma importante. Según el presidente de los pequeños y medianos empresarios, Alfonso Rojo, «no se puede exigir a las empresas que sigan funcionando cuando la actividad ha caído casi a cero» y, por ello, tienen pensado pedir al Gobierno que estas compañías puedan también acogerse a ERTE de fuerza mayor.

«Ahora mismo, solo pueden acogerse a ERTE de fuerza mayor aquellas empresas cuya actividad haya prohibido el Gobierno. Los demás solo pueden hacer ERTE por causas económicas», aclara Rojo, que añade: «En el primer caso, el trabajador recibe una prestación del 75% del salario y el empresarios se ahorra pagar las cotizaciones sociales. En cambio, en el segundo caso, los trabajadores tienen la misma prestación, pero los empleadores deben afrontar el pago de la cuota de la Seguridad Social, lo cual no nos parece justo».

El principal argumento de los empresarios reside es que en la mayoría de los casos la caída de la actividad económica deriva directamente de las medidas del Gobierno. «En mi caso, por ejemplo, un 98% de mis clientes son restaurantes, bares y hoteles. Nos hemos quedado sin negocio porque no hay clientes, porque su actividad ha sido prohibida por el decreto del Gobierno. Estamos en un estado de emergencia sanitaria que no se está transmitiendo a la realidad empresarial», explica Rojo.

Hay empresas a las que la Pimeef reconoce que deben mantener un mínimo de actividad para atender las emergencias porque se trata de servicios indispensables. Este es el caso de los talleres mecánicos, electricistas y otros servicios que necesitan los servicios públicos y empresas que el estado de alarma considera obligatorio que se mantengan en funcionamiento, como hospitales o abastecimientos de productos básicos y de primera necesidad. «Hay una diferencia entre mantener un mínimo de plantilla para atender emergencias y tener a toda la plantilla en activo si la actividad cae tanto. Además, todas las empresas de actividades industriales están sufriendo problemas de suministros, que dificultan mantener la actividad», explicó Rojo.

Desde la Pimeef aseguran que esta solicitud a sus asociados se justifica también a previsión de futuro. «No se puede exigir al empresario que gaste en mantener la actividad sin demanda un dinero que será necesario en el futuro para reiniciar la actividad», expuso Rojo.

Además, Rojo aseguró que la medida pretende mantener también la coherencia con las medidas de precaución tomadas hasta ahora y seguir así protegiendo a la sociedad, sus trabajadores y familias, pero al mismo tiempo en la dimensión económica se considera que los empleadores deben cerrar si su actividad no está siendo productiva en el estado de alarma decretado por el Gobierno.