Se nos echa el tiempo encima: «Si esta situación terminase a finales de abril, todavía podríamos tener una temporada digna. No para tirar cohetes, pero sí digna. La esperanza es que se pueda abrir en abril o mayo. Pero si va más allá, y en julio y agosto no se puede abrir los hoteles, será muy complicado para el conjunto de nuestra economía», señala José Antonio Roselló, economista y vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB). Cree que si se controla la epidemia, la economía «tendrá una salida en uve», es decir, tras caer en picado, remontará con fuerza: «Después de que la gente esté tanto tiempo atada, habrá una reacción importante, incluso en el turismo. El drama sería tener toda la temporada en blanco».

Pero las Pitiusas se podrían enfrentar a un escenario muy frustrante si España y el resto de la Europa continental consiguen acabar con la epidemia antes del estío, pero en el Reino Unido siguen los contagios. Y esa situación es más que probable que se produzca si el primer ministro Boris Johnson mantiene la vía de recomendar, no obligar, medidas de contención del Covid-19. Cree Johnson que gracias al contagio masivo se inmunizará la mayor parte de su población.

«La política que sigue el premier Boris Johnson -sugiere Roselló- podría provocar el contrasentido de que aquí hubiésemos resuelto el problema en primavera, pero que en Gran Bretaña siguieran practicando la tesis de la 'selección natural', es decir, dejar que el virus haga su trabajo, que la gente se inmunice de manera natural por contagio y que quien tenga que morir, muera». Eso conllevaría «que sus turistas no pudieran entrar en Ibiza». Y no son pocos: suponen casi un tercio de los visitantes que recibimos. Son nuestra segunda fuente de ingresos.

El propio Johnson acaba de decir que cree que pueden «cambiar el rumbo del coronavirus en 12 semanas y mandarlo de vuelta a casa». Es decir, a finales de junio. Pero sigue sin tomar medidas drásticas como las de Italia, Francia o España. Por ende, esa política de 'selección natural' está provocando una caída abrupta de la libra (está en mínimos de hace 35 años), que también perjudica a Ibiza como destino.

Roselló cree que el Gobierno británico reaccionará. De momento, «ha recibido unos estudios de prospectiva según los cuales podría acumular un número de muertes tan elevado que sería políticamente inasumible mantener esa política de 'selección natural'. Al menos han empezado a introducir una serie de recomendaciones, que no de medidas».

Seguramente, Boris Johnson se verá obligado a pedir a sus ciudadanos más sacrificios, y no sólo que se laven las manos, «cuando vea que tiene problemas para gestionar los hospitales y por el alto número de muertes que se pueden llegar a producir» en su país.

El calor, ese aliado

El calor, ese aliado

El vicepresidente de la CAEB ve el vaso medio lleno en otro aspecto que atañe al coronavirus: «El calor y la humedad son nuestros aliados. Ayuda el precedente del SARS, que desapareció con el calor». En un estudio desarrollado en China han comprobado que los contagios se reducen casi un 4% cuando la temperatura sube un grado, y un 2% si aumenta un 1% la humedad. Y de ambas vamos sobrados aquí.