La extensión de la epidemia del Covid-19 ha coincidido en el tiempo con la época en la que los agricultores de las Pitiusas empiezan a sembrar. De hecho, el martes se recibieron y distribuyeron en las Pitiusas miles de plantones (4.000 de ellos sólo en la cooperativa Agroeivissa) que habían sido encargados hace meses. El principal temor de algunos payeses es que el sector turístico, su principal cliente, se mantenga inactivo durante buena parte de la temporada, pues no tendrían a quién vender el grueso de la cosecha.

Los agricultores diseñaron el pasado año «la planificación de siembras para 2020», que incluía pedidos de planteles acordes a lo cultivado los últimos años, según el director de Medio Rural del Consell de Ibiza, Joan Marí Guasch. Pese al temor a que el turismo se desplome este año, y con él los pedidos, «la idea -señala Marí- es seguir igual», es decir, sembrar todos los plantones recién llegados.

Y lo van a hacer por responsabilidad. «Podrían ocurrir -cuenta- dos cosas. Una, que hiciera falta producto local, a falta del que se trae de la Península y del extranjero. Y otra posibilidad es que, como habrá menos turistas, la campaña se complique, sobre todo al inicio. Pero nuestra obligación como productores es apostar por plantar. Aunque nos dicen que está asegurado el abastecimiento, sería mejor no depender de lo que tiene que llegar de fuera. El sector primario debe producir cuantos más alimentos, mejor». Los hijos del propio director insular empezaron ayer mismo a plantar en su finca berenjenas, pimientos y sandías.

Reservas de suministros

Reservas de suministros

En un momento «en el que nadie sabe qué va a ocurrir en un futuro próximo», Marí, sin embargo, confía en que los suministros que necesita el campo, como abonos y fitosanitarios, «seguirán llegando, porque se considera material necesario». En ese sentido, asegura que tanto los agricultores como las cooperativas «tienen ya reservas pensando en la campaña. Y aunque se agotara algún producto, debería llegar más». Aun así, Marí es consciente de que «vivimos el día a día: lo que ahora es norma o recomendación, mañana es otra cosa».

Precisamente, Juan Antonio Prats, gerente de la Cooperativa de Sant Antoni, está convencido de que hay «suficientes suministros». El martes llegaron a sus instalaciones un camión de 24 toneladas con abonos orgánicos, además de miles de planteles. Ayer, otro camión de 24 toneladas cargado con sustrato: «La mercancía llega. Y tengo varios pedidos de cereal a granel en marcha, más que nada por ser previsor, pues en la Península están saturados».

Tres días de locura

Tres días de locura

Saturados de trabajo porque la demanda creció exponencialmente la pasada semana en toda España. En la cooperativa, también. De hecho, vivieron escenas similares a la del Mercadona, lo nunca visto, afirma Prats: «Los días previos a la declaración del estado de alarma, esto fue una locura. Jueves, viernes y sábado fue muy fuerte. Desde el lunes volvimos a la normalidad. La gente temía que fuéramos a cerrar». La locura se convirtió en ansiedad: «Si uno necesitaba sólo un saco de cereal, se llevaba tres. Se crearon unas colas impresionantes. Normalmente, yo no despacho. Pero esos días no paré. Hasta cinco personas tratamos con los clientes esos días porque no dábamos abasto».

Sin ventas en Semana Santa

Sin ventas en Semana Santa

Prats está seguro de que el agricultor profesional no dejará de producir, pero el problema es a quién venderá lo que coseche: «Las ventas previstas para Semana Santa se han caído, sobre todo a hoteles y restaurantes. A ver quién compra ahora todo eso». En ese sentido, Prats anima «a la gente a adquirir producto local».

La misma incertidumbre preocupa también a Antoni Ferrer Guasch, presidente del Sindicato Agrícola de Santa Eulària: «Ya estamos plantando para esta campaña, pero, al mismo tiempo, vemos que la hostelería no abrirá para el inicio de esta temporada. Ahora mismo no sabemos quién va a adquirir lo que estamos plantando». En su finca sembrará calabacín, pimientos, tomates, sandías , melones?

Obligar a las grandes superficies

Obligar a las grandes superficies

«El consumo lo acaparan, principalmente, las grandes superficies, que a nosotros no nos compran. Imagínese qué ganas hay ahora de sembrar», indica Ferrer, que considera que «el Gobierno debería obligar a los hipermercados a comprar producto local».

¿Y ante esta situación, los agricultores se plantean dejar los campos yermos? «Tenemos que plantar. No podemos quedarnos en casa esperando a ver qué pasa, hay que cultivar. Pero debemos exigir a las autoridades que obliguen a las grandes superficies a abastecerse con productos locales, en vez de traerlo todo desde fuera. No estoy en contra de que llegue producto que no sea de la isla, pero lo que no es lógico es que el mercado local se sature mientras no paran de traer camiones en barco con productos de fuera».

En ese sentido, el director insular de Medio Rural estima que «si fallan los turistas, las grandes superficies, que ocupan una gran parte del mercado local, podrían ayudar a los agricultores deIbiza». «Supongo -añade Joan Marí Guasch- que, si es necesario, todos estaremos a la altura de las circunstancias», en referencia al papel que juegan en esta crisis los hipermercados.

Respecto a las consecuencias que la expansión del coronavirus tendrá en el mercado laboral, el presidente de los agricultores de Santa Eulària, Antoni Ferrer, es muy claro: «El que ya haya contratado trabajadores para esta temporada tiene un problema más; el que aún no haya contratado personal, dudo mucho de que lo haga próximamente». Según Joan Marí Guasch, las contrataciones dependerán «de la evolución» de la pandemia. Todo apunta a que caerán en picado en un sector ya tocado en ese sentido.