El aeropuerto de Ibiza está cerrado desde la pasada medianoche al tráfico de aviones privados como consecuencia de la orden del Gobierno que "prohíbe el aterrizaje en todos los aeropuertos de Balears de vuelos de aviación ejecutiva, taxi aéreo u operaciones asimilables a éstos, independientemente de su procedencia", para intentar controlar la pandemia del coronavirus.

Esta orden tiene excepciones: "Las prohibiciones (...) no serán de aplicación a las aeronaves de Estado, vuelos exclusivamente de carga, vuelos posicionales, humanitarios, médicos o de emergencia". Precisamente, esta mañana ha aterrizado procedente de Ginebra (Suiza) un jet privado, pero este vuelo era "posicional", esto es, venía vacío, según han explicado desde Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA), probablemente para recoger al pasaje en la isla. Este punto no ha podido ser confirmado por el gestor aeroportuario.

Desde AENA aseguran además que se anulan todas las reservas que pudiera haber para estos días y que el aeropuerto no recibirá vuelos privados que no cumplan las exigencias de la orden del Gobierno central.

Actividad frentética en los últimos días

La actividad de este tipo de vuelos ha sido frenética en los últimos días, cuando se ha llegado a registrar una media de entre 16 y 20 vuelos diarios cuando en esta época del año lo normal es que se reciban dos o tres.

Precisamente, anoche aterrizó un vuelo privado procedente de Londres (Reino Unido) a las 23.50 horas, apenas diez minutos antes de que finalizara el plazo fijado por el Gobierno. Según ha podido saber este diario, transportaba a la isla a una familia.

También ha habido críticas sobre el modo en que trabajan los empleados de dar servicio a este tipo de vuelos. Al parecer, "no reciben mascarillas, ni guantes, ni desinfectantes", según denuncian a este diario. Y "siguen utilizando pasarelas sin desinfectar", una responsabilidad de AENA.