A pesar de que hace unos días los medios nacionales informaban del aumento de abandonos de animales de compañía debido al miedo infundado de los dueños a contraer el coronavirus, Miguel Quiñones, veterinario del centro de protección animal de sa Coma, y Montse García, concejala al frente de la instalación, aseguran que en Ibiza el número no ha aumentado. «Es más, desde que comenzó la crisis del coronavirus no ha llegado ningún animal nuevo por abandono, lo que es una buena señal», destaca Quiñones, que reitera la «nula posibilidad de contagiarse de Covid-19 a través de un gato o un perro».

La alerta sanitaria por el virus ha provocado el cierre de parques y espacios públicos e impide la libre circulación de ciudadanos por la calle, lo que dificulta las oportunidades de hacer ejercicio para los animales de compañía, en especial para los perros. En sa Coma, el viernes pasado tomaron la decisión de cerrar el centro al público y suspender los paseos de los canes con los voluntarios, así como las visitas. En su lugar, el equipo de trabajadores, compuesto por dos operarios de limpieza, un veterinario, una auxiliar veterinaria y un lancero, encargado de localizar a los animales extraviados o abandonados, se turnan para atender las necesidades de estos amigos de cuatro patas.

Excursiones limitadas

Excursiones limitadas

«Actualmente hay algo más de 70 animales en el centro y nos ocupamos de que todos salgan cada día», asegura Quiñones. Solos o acompañados de otro can, según la sociabilidad de cada ejemplar, los perros de sa Coma, aunque han visto reducidos sus paseos, pueden corretera, pues «se ha habilitado una parte del recinto para las salidas, y así no están en la calle». Allí juegan y hacen ejercicio cada día gracias a sus cuidadores.

Aunque no existe un límite de salidas perrunas a la calle, el Gobierno ha limitado estas incursiones a «paseos cortos, solo para cubrir sus necesidades fisiológicas, y sin contacto son otros perros». Además, a través de las redes sociales, la Administración ha añadido dos pautas más: «Llevar una botella de agua con detergente para limpiar posteriormente la orina y una bolsa para las heces, y salir a pasear en los horarios de menor afluencia de gente». Es decir, paseos cortos y poco juego, por lo que la diversión y el ejercicio «deben hacerse en casa». «Los gatos llevan mejor esta situación porque, normalmente, están acostumbrados a no salir del piso y sus dueños suelen tener en casa juguetes para ellos», comenta el veterinario.

Sin embargo, los perros, acostumbrados a correr y a olfatear cada esquina, sufren peor el asedio. Por ello, Lali Ramón, adiestradora canina y miembro del quipo de Be K-9, ofrece una serie de consejos para hacer la cuarentena más llevadera a estos fieles amigos. «Debido a la alerta sanitaria, los perros ven reducidos sus ratos de paseo y su mundo olfativo», asegura la experta. «Por eso es un buen momento para trabajar el vínculo con el animal y así evitar que se aburra», añade.

Ramón aconseja juegos olfativos, mentales e interactivos para ayudar al desarrollo del can, sin olvidar que «mucha atención en un momento determinado puede suponer un problema más adelante». «Si ahora estamos todo el rato con ellos, cuando volvamos a nuestra rutina habitual de trabajo y de estar fuera de casa no lo van a entender y se van a sentir solos, por lo que pueden desarrollar ansiedad por separación», explica. Esta ansiedad podría provocar que, una vez instaurada la normalidad, el can destroce la casa al verse solo, comience a ladrar desconsoladamente o se haga sus necesidades por «todos lados». Para evitar esto, la adiestradora de perros recomienda confeccionar juguetes caseros para que disfruten solos, y alternarlos con los juegos o adiestramientos con el dueño y la familia.

Imaginación al poder

Imaginación al poder

Botellas de plástico recicladas, cajas de cartón, un rollo de papel higiénico, huesos, pelotas... «Todo vale para disfrutar de unas horas con nuestra mascota y ayudarles a sobrellevar esta situación», destaca. Meter en una caja de zapatos los rollos de cartón vacíos del papel higiénico, hacer agujeros y meter sus premios favoritos dentro para que tengan que buscarlos, enrollar en una camiseta vieja trozos de comida entre los pliegues y ofrecérsela para que busque, una alfombra olfativa de tela con pelos largos y premios escondidos entre los flecos... son algunas de las propuestas individuales para estimular los días de encierro de los canes. Para juegos en común, pelotas, esconder su juguete favorito por la casa o a un miembro de la familia y a disfrutar.

«Hay muchas páginas de Facebook que están proponiendo un montón de opciones para pasar estos días de la mejor manera posible con tu mascota. Recomiendo a la gente meterse en Internet y utilizar su imaginación, seguro que se divierten», concluye Ramón.