«Quédate en casa, nosotros vigilamos; en esto estamos todos juntos, sigue las indicaciones de las autoridades sanitarias, sé responsable e intenta llevar la situación con calma y normalidad». Comunicado de la Policía Local de Sant Josep, que, como el resto de las policías, enfrenta una situación completamente insólita a consecuencia del coronavirus. «Quédate en casa, nosotros no podemos», insistían desde la Policía Local de Sant Antoni. En el caso de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la paradoja es cómo conciliar la vigilancia y el control de la seguridad con la recomendación de permanecer en lugares públicos y concurridos el menor tiempo posible. «Simplemente, nos tenemos que organizar, y vamos a ello», señala un responsable policial de la isla.

Una de las muchas incógnitas que surgen en esta nueva situación es qué cambios se observarán en el comportamiento de la delincuencia en Ibiza si la situación se alarga y finalmente se alcanzan los meses de temporada con la población confinada, como ya pasa en el norte de Italia y empieza a ocurrir en algunas zonas de la península.

«Si el problema se alarga hasta la temporada se generará una gran crisis. Ibiza generará mucho menos dinero del acostumbrado y, en consecuencia, las bandas organizadas que se dedican a los robos importantes, en negocios o casas lujosas, este año no vendrán», razona un responsable policial. Si no hay dinero a lo grande, no habrá robos a lo grande.

Pero si esto se mantiene hasta el verano o más allá, es posible que aumenten «los robos de subisistencia», advierte otro profesional, un tipo de delincuencia que se ha ido incrementado en los últimos años a consecuencia de la cada vez más delicada situación económica de muchos residentes, agobiados por el precio de los alquileres y la carestía de la vida en la isla.

Si la situación se prolonga, muchos trabajadores se verán «con el agua al cuello», señala otro agente, y no sólo aumentarán estos robos de subsistencia, sino también los hurtos en tiendas y supermercados. El peor escenario, «creemos que improbable pero no imposible», señalan las fuentes, y sólo en el caso de que la situación alcance tintes aún más dramáticos, sería el pillaje, los saqueos, «algo que no estamos acostumbrados a ver en nuestro país pero sí en otros en situaciones de crisis económica grave».

En Ibiza y Formentera aún no se han tenido que emitir advertencias tan lamentables como la que ha difundido la Policía Local de Palma, pidiendo precaución porque, al parecer, en la capital balear se ha detectado que hay quien se hace pasar por personal sanitario y acude a las casas de personas mayores con la intención de engañarles e intentar robar.

«Hay que ser rastrero e innoble para hacer algo así, pero hay gente que no pierde la oportunidad de aprovecharse de las situaciones más penosas», explica un agente de la Policía Local.