La calidad de las aguas de baño en las playas de Ibiza ha bajado considerablemente desde 2016, cuando un buen número de puntos de muestreo perdieron la calificación de 'excelente' y pasó a ser simplemente 'buena' o 'suficiente'. Aunque esta tendencia se ha observado en todas las islas de la Comunitat Autònoma (menos en Formentera), en Ibiza es donde más se nota la bajada de la calidad global.

Un exhaustivo estudio elaborado por las principales instituciones científicas de Balears, el Govern y la Fundación Marilles, que puede descargarse en www.informemarbalear.org, pone de manifiesto que la salud de las aguas litorales de Ibiza es muy buena, puesto que el 75,6% de los muestreos realizados en 2019 arrojaron unos resultados considerados 'excelentes'. El porcentaje es del 100% en la isla de Formentera, única del archipiélago que conserva este dato.

Sin embargo, esta calidad va menguando año a año. De los 41 puntos analizados en la costa ibicenca, la calidad excelente se mantiene cada año en un número de zonas que oscila entre las 31 y las 41, pero en 2016 el número de puntos de muestreo que se quedaron en simplemente 'buenos' aumentó de dos a nueve, y los que fueron solo 'suficientes' pasaron de cero a dos.

Mallorca es la segunda isla con mejor calidad de sus aguas de baño, por detrás de Formentera, puesto que de los 115 puntos de estudio, entre 89 y 113 siguen siendo excelentes. Y aunque a partir de 2016 se observó también un cierto descenso en las playas con esta calificación, no llegó al volumen registrado en Ibiza. En Menorca, la situación es también algo mejor que en Ibiza.

En cuanto a las playas urbanas, éstas «suelen tener menor calidad». Las que obtienen una nota más modesta en Ibiza «suelen ser Platja des Riu (Santa Eulària), Cala Llonga, Talamanca, Cala Vedella, Cala Bassa, Port des Torrent, Punta Pinet, es Pouet, s'Arenal y Caló des Moro, según el citado informe.

El grado de urbanización y la cantidad de personas que llegan a la isla parecen estar en el origen de esta situación (ver página 17). Así se desprende de otro parámetro analizado por el estudio: el Índice de Presión Humana, que en el caso de las Pitiusas revela que la cantidad de gente sobre ambas islas aumenta a razón de 5.000 personas al año. Si se analiza este índice de presión humana por kilómetro cuadrado, el dato más elevado de todo Balears corresponde a las Pitiusas.

El mismo documento analiza, entre otros muchos aspectos, el declive del sector pesquero de Ibiza, la progresiva artificialización de la costa, el aumento de la navegación por mar y el incremento del número de especies invasoras en el litoral de las islas.

La cantidad de contaminantes que hay en cada playa de las islas, desglosado por materiales y proporciones, es otro de los parámetros que pueden consultarse.

La coordinadora del informe, que recopila 101 indicadores, la investigadora de la Fundación Marilles Raquel Vaquer-Sunyer, aseguró durante la presentación realizada en el Parlament balear que el mar del archipiélago está «en bastante buen estado de conservación» si se compara con otros territorios, sobre todo gracias a la elevada población de posidonia oceanica, la mitad de toda la que hay en España. «Pero también está sometido a muchas presiones humanas y derivadas del turismo, lo que hace que algunos indicadores revelen un empeoramiento de la calidad del agua», señaló.