El problema de los vertidos contaminantes desde las depuradoras al mar en la costa pitiusa no se debe al mal funcionamiento de estas instalaciones, sino a la naturaleza de las aguas residuales que se vierten a las redes de alcantarillado municipal, que no reúnen los mínimos legalmente exigidos y perjudican a las depuradoras. Casi la mitad del caudal que llega a estas estaciones desde el alcantarillado «incumple la normativa» y la depuradora de Vila es la responsable del 92% de esta situación en todo Balears. Así lo aseguró ayer el conseller de Medio Ambiente del Govern, Miquel Mir, en una comparecencia en el Parlament para explicar la situación del saneamiento en Balears.

En todo Balears la situación más grave se registra en Ibiza y Formentera, porque «el 82% de las depuradoras reciben agua residual municipal que supera los umbrales legales», dijo el conseller, mientras que en Mallorca esta proporción es del 43% y en Menorca, del 58%.

El conseller, para desvincular a las depuradoras del problema de los vertidos, dijo que de las cuarenta estaciones que dependen del Govern en todo Balears solo hay una que presente «una depuración deficiente» y es la Vilafranca, en Mallorca.

En concreto, el problema consiste en que las redes de alcantarillado reciben un sinfín de sustancias que no deberían ir a parar a ellas y que proceden del sector industrial o de la hostelería: grasas, aceites, restos de comida, productos químicos, pinturas y similares. El vertido directo de camiones cisterna con aguas de fosas sépticas a la red de alcantarillado o residuos diluidos de marinas secas agrava también el problema, indicó la conselleria.

De hecho, según el estudio realizado para evaluar el «estado de cumplimiento» de las aguas residuales en las 79 depuradoras de las islas se observa que en ocho de ellas no se cumple la normativa vigente, de las que cuatro están en Ibiza: Vila, Sant Josep, Sant Joan y sa Cala de Sant Vicent). Mir destacó que «casi la totalidad de este caudal mal depurado (concretamente el 92%) corresponde a la depuradora de Ibiza».

La conselleria de Medio Ambiente invertirá 5,7 millones en 2020 para realizar varias actuaciones de mejora en depuradoras de Balears. En Ibiza destacan una partida de 164.000 euros para obras de mejora en la depuradora de Sant Josep, otra de 75.000 euros en el servicio de vaciado de las lagunas de la depuradora de Sant Vicent y otra de 25.000 euros para mejorar la estación de Sant Joan. Estas cifras contrastan con los más de diez millones de euros que Ibiza envía todos los años al Govern en concepto de canon de saneamiento, que se paga en el recibo del agua.

El conseller Miquel Mir, que compareció a iniciativa propia en el Parlament para informar sobre la situación, destacó la necesidad de cerrar el Pacto por el Agua acordado en la última conferencia de presidentes «para asegurar que las administraciones puedan garantizar una gestión integral y efectiva del ciclo del agua, con especial énfasis en el saneamiento», aseguró.