El próximo 26 de marzo es el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello de Útero. Este artículo sobre el cáncer de útero pretende trasladar información para concienciar sobre la importancia de efectuarse controles ginecológicos para evitar esta enfermedad.

- ¿Qué es el cáncer de cuello de útero?

El cáncer es una enfermedad que provoca el crecimiento descontrolado de las células. El tipo de cáncer siempre se identifica según la parte del cuerpo. Cuando el cáncer se origina en el cuello uterino, se denomina como cáncer de cuello uterino. El cuello uterino es la parte más baja y estrecha del útero. El cuello uterino conecta la parte superior del útero con la vagina (vía del parto). El útero (o matriz) es el lugar donde se desarrolla el bebé cuando una mujer está embarazada.

El cáncer de cuello de útero es el cáncer ginecológico más fácil de prevenir por pruebas regulares de detección y seguimiento. Es altamente curable cuando se detecta y se trata en etapas tempranas.

- ¿Quién puede contraer cáncer de cuello uterino?

Todas las mujeres tienen riesgo de contraer cáncer de cuello uterino. Afecta con mayor frecuencia a mujeres mayores de 30 años. La causa principal es el virus del papiloma humano (VPH). El VPH es un virus común que puede transmitirse de una persona a otra durante las relaciones sexuales. Aunque la mayoría de las personas sexualmente activas estarán infectadas por VPH en algún momento de su vida, pocas mujeres contraerán cáncer de cuello uterino.

Se consideran factores de riesgo todos aquellos relacionados con la adquisición de la infección. Hay otros cánceres relacionados con la infección crónica por VPH como el cáncer de vulva (46%), vagina (70%), anal (88%), pene (50%) y orofaringe (26-50% dependiendo de la región geográfica).

El cáncer de cérvix es la 4º neoplasia más frecuente en mujeres a nivel mundial.

Factores de riesgo:

- Edad temprana de las relaciones sexuales.

- Promiscuidad sexual o parejas de alto riesgo.

- Inmunosupresión (trasplantadas, pacientes con enfermedades autoinmunes en tratamiento con esteroides, VIH, ETC…).

- Antecedentes de co-infección por enfermedad de transmisión sexual.

- Uso de píldora anticonceptiva, porque suele llevar asociado no usar métodos barrera.

- Tabaquismo, duplica su riesgo respecto a las no fumadoras.

- Multipariedad y primer embarazo a una edad temprana.

- Tipo de infección por VPH, debido al potencial oncogénico de cada subtipo.

¿Cuáles son los síntomas?

En los estadios tempranos la enfermedad es con frecuencia asintomática.

Los síntomas más precoces incluyen:

- Sangrado genital anómalo (irregular/intermitente).

- Sangrado tras relaciones sexuales (coitorragia) o durante el examen ginecológico.

- Flujo maloliente, es muy inespecífico, pero puede ser indicativo de vaginitis o cervicitis.

Los síntomas más frecuentes en enfermedad avanzada abarcan:

- Dolor pélvico o lumbar.

- Molestias al orinar (disuria) o tenesmo rectal.

- Sangrado ginecológico tras la menopausia.

- Dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia).

- Sangre en la orina o sangre en las heces.

- Pérdida de peso, cansancio y pérdida de apetito.

- Edema de una o ambas piernas sin otras causas que lo justifiquen.

Existen pruebas que pueden prevenir o detectar el cáncer de cuello de útero en sus etapas tempranas:

Dependiendo de la edad es recomendable hacerse las pruebas de Papanicolau, VPH o ambas pruebas juntas.

La prueba del Papanicolau (o citología vaginal) busca precánceres, cambios celulares en el cuello del útero que pueden ser tratados para prevenir este tipo de cáncer. La prueba de Papanicolau también puede detectar el cáncer de cuello uterino en etapas tempranas cuando el tratamiento es más eficaz. Esta prueba solo detecta el cáncer de cuello uterino, no detecta ningún otro tipo de cáncer ginecológico.

La prueba de VPH busca el virus del papiloma humano, el virus que pueda causar cambios celulares y cáncer de cuello de útero.

Los controles ginecológicos por lo general incluyen una prueba de Papanicolau o del VPH según sea necesario, a partir de los 21 años. En la mayoría de los casos, estas pruebas son necesarias solamente cada 3 a 5 años, porque el cáncer tarda mucho en manifestarse. El médico te indicará cada cuánto debes de hacerte las pruebas.

Si la prueba de Papanicolau arroja un resultado anormal o la prueba del VPH da un resultado positivo, se recomiendan más pruebas. Estas pruebas adicionales pueden ser otra prueba Papanicolau, una prueba del VPH o una colposcopia, un procedimiento que le ayuda al médico a observar de cerca el cuello uterino para ver si hay células precancerosas. Durante una colposcopia, también podría realizarse una biopsia, un procedimiento que consiste en extraer una pequeña porción de tejido del cuello uterino, este tejido se envía a un laboratorio, donde se analiza para detectar signos de cáncer cervical.

¿Cómo puedo prevenir el cáncer de cuello de útero?

- Pruebas clínicas: Citología mediante técnica de Papanicolau y/o de VPH

- Como el VPH es factor de riesgo de otro tipo de cánceres y no exclusivamente del cáncer de cérvix se recomienda la vacunación tanto de niñas y niños a partir de los 12 años y esta recomendación está incluida en el calendario vacunal en España.

- No fumar.

- Usar preservativos durante las relaciones sexuales. reduce el riesgo entre un 60-70%.

- Limitar el número de parejas sexuales.

Fuente: Sociedad Española de Oncología Médica