Mujeres, jóvenes y «normales», asegura una de ellas, así son la mayoría de alumnas que participan en el curso de iniciación a la tanatopraxia que imparte Iván Córdoba, director de Pompas Fúnebres, hasta el viernes. Maquillaje, pelo planchado, zapatillas de deporte, otras sin pintar. 23 años, 27, sonrientes, habladoras, curiosas... Un perfil de trabajador de funeraria que difiere de la idea preconcebida de varón lúgubre y retraído, al que se asociaba esta profesión antiguamente. Entre ellas, un único alumno escucha con atención al formador. «Últimamente en los cursos de formación suele haber bastantes más inscripciones de mujeres que de hombres», informa Córdoba, quien asegura desconocer el porqué, pero está contento de que «cada vez más mujeres se interesen por el trabajo de una funeraria». «En Pompas Fúnebres Ibiza actualmente tenemos un 40% de trabajadoras», destaca. (Mira aquí las imágenes del curso)

A primera hora de la mañana, los ocho alumnos atraviesan las puertas del tanatorio para comenzar con el curso. Tanatopraxia para principiantes, lo que quiere decir: trabajar con difuntos. Sin embargo, los «nervios y las dudas matutinas», confiesan algunos, no fueron suficientes para impedir que asistieran a la formación. Durante la clase teórica, Córdoba comienza con el temario.

Pasos a seguir

Pasos a seguir

Conocer las causas de la defunción para evitar contagios en el caso de que se trate de una enfermedad, identificar el estado del cuerpo, desinfectar e higienizar, hacer un análisis de las posibilidades de actuación y aplicar el tratamiento adecuado para que el difunto luzca lo mejor posible. Son algunas de las pautas que debe seguir un funerario antes de entregar de nuevo el cuerpo a sus familiares. Aplicar crema («aceitosa, siempre», remarca el experto) para evitar la deshidratación de algunas zonas, realizar masajes para combatir el rigor mortis o localizar las livideces y hematomas también se incluyen dentro de las tareas.

Todo ello con un objetivo: «Facilitar que la familia afronte el duelo de la mejor manera posible y que vea a su familiar relajado y con un aspecto natural», informa el director de Pompas. Para ello, los tanatopractores solicitan siempre una fotografía reciente de la persona fallecida, que les ayuda a alcanzar un mejor resultado.

Desde el respeto y el cariño

Desde el respeto y el cariñoY, lo más importante, hacer todo este trabajo desde el «respeto al difunto y a los familiares». «Para nosotros, los que nos dedicamos a esto, el respeto y el cariño al difunto es fundamental. Por eso es importante transmitirlo en los cursos formativos», destaca Córdoba.

Claudia García tiene 23 años y asegura estar «encantada con el curso». «Me enteré por Facebook, a través de Diario de Ibiza, de que ofrecían clases para aprender a trabajar en un tanatorio y me gustó la idea», informa la joven. Para ella, como para el resto de los participantes, es la primera vez que tiene contacto directo con un cadáver. Sin embargo, no le ha dado «ninguna impresión», sino al revés. «Me ha parecido algo impresionante», asegura mientras añade que se lo esperaba «mucho peor». Conocer el proceso y la preparación de los difuntos previa a los funerales es algo que siempre ha intrigado a esta ibicenca, que no descarta dedicarse a esta profesión en el futuro. «Me imaginaba cómo podía ser el trabajo, pero no lo sabía del todo. Me gusta. Es impresionante. Y si hubiera más acción, mejor todavía», confiesa tras terminar de lavar uno de los dos cuerpos sin vida que yacen en la sala de autopsias. Mientras tanto, el resto de alumnos lleva a cabo las tareas que han aprendido con delicadeza. El profesor, orgulloso del buen hacer de sus pupilos durante el primer día, confiesa que se trata de un grupo que le ha «sorprendido mucho». «Ninguno de ellos había trabajado en nada parecido y actúan con mucha normalidad y naturalidad ante los cuerpos. Además, hay muy buen ambiente», destaca.

Debido al éxito de convocatoria de los cursos que ha ofrecido hasta la fecha Pompas Fúnebres Ibiza, Córdoba anticipa que seguirán ampliando la formación durante el año que viene para enseñar tratamientos «más específicos y no solo cursos básicos», como hasta la fecha.