Sandra Pina es directora general de Quiero, plataforma pionera en España en la ecuación entre sostenibilidad y negocio desde hace 11 años. Además, es directora de Sustainable Brands Madrid y profesora asociada del Instituto de Empresa en innovación y marketing. El próximo jueves 27 de febrero será la encargada de abrir, en el Club Diario de Ibiza, la III Jornada Caminos Hacia la Sostenibilidad en Ibiza y Formentera con la ponencia '¿Cómo la sostenibilidad transforma nuestra sociedad y nuestras empresas?'.

El título de su ponencia es inspirador. ¿Cómo se pueden transformar la sociedad por medio de la sostenibilidad?

Como ciudadanos, la sostenibilidad nos invita a repensar lo que consideramos la buena vida, o el capitalismo y nos otorga poder para una participación activa en el cambio de la sociedad.

¿Y las empresas?

Las empresas tienen la oportunidad de ser más rentables y resilientes. Se trata de demostrar que la sostenibilidad es un buen negocio. Ya no se trata solo de vender un producto o un servicio. Estamos en un momento en que las empresas quieren ser importantes en la vida de las personas.

¿Podría poner algún ejemplo concreto?

Los modelos de empresa ya están cambiando y algunas están definiendo entre sus objetivos no solo beneficiar a los accionistas sino también a la sociedad. Algunas empresas, en el top internacional e incluso nacional, están empeñadas en que se pueden hacer las cosas de otra manera, por ejemplo, con la fabricación de ropa con redes de pesca rescatadas del mar. Esta es una demostración de un negocio innovador, rentable y que genera un impacto positivo en la sociedad.

En el otro lado, están los precios y el consumismo.

Sí, es un cambio social que debemos hacer. ¿Qué es mejor, comprar una prenda más cara fabricada de manera sostenible que dure 10 años o una barata que en tres lavados tengamos que tirar?

Este cambio provocará grandes consecuencias en la sociedad.

Por supuesto, una de ellas es: ¿qué debemos entender por buena vida? ¿El modelo de éxito debe ser tener dos casas y mucho dinero en el banco? Quizá debamos replantearnos esto y otros usos, como el de usar y tirar.

Este cambio incide de lleno en el modelo capitalista en el que se asientan las economías más poderosas.

Sí, y estamos en un momento muy bonito porque la sociedad, y por supuesto las empresas, empiezan a cuestionar este concepto. Revistas como Forbes, The Economist o Fortune hablan en sus portadas de repensar el capitalismo. Gestores de fondos como BlackRock ya están incorporando la sostenibilidad en el centro de su negocio al tiempo que invitan a las empresas que gestionan a replantearse la forma de hacer negocios.

¿Está fallando el capitalismo?

Sí, aunque la solución perfecta no existe. Se están explorando otros modelos. Ahora el reto está en la velocidad.

¿En qué sentido?

Hemos llegado a un punto en el que no se puede intentar disminuir las emisiones en un 20%; lo que se debe hacer es reducirlas del todo. Hoy parece complicado... Hace poco más de 50 años que el hombre llegó a la luna. Hoy, igual que entonces, debemos soñar con conseguir un imposible y trabajar para que suceda. En ello hay un proceso de desaprender para volver a aprender y estar preparado para cambiar la forma de pensar. Este es el pensamiento Moonshot, alcanzar la luna significó hacer posible lo que hasta el momento se creía imposible.

En su opinión, ¿hay atisbos de cambio?

El 50% de los ciudadanos ya piden comprar como piensan, de acuerdo con sus valores.

En Ibiza hay muchas empresas pequeñas, ¿cómo pueden iniciar el camino?

Cuidar el medio ambiente, proteger a sus trabajadores y proveedores, poner un precio justo, hacer lo que se dice, no realizar publicidad engañosa, admitir sus errores... Todo eso es también sostenibilidad para el ciudadano.

El sector turístico, ¿qué puede hacer?

Asuntos como reducir la precariedad laboral, promover el uso de las energías renovables, fomentar el consumo y la cultura local y atraer clientes que buscan hacer turismo de acuerdo con sus valores. Nunca la sostenibilidad ha sido tan sexy, ni necesaria, como ahora. Hay que aprovechar el momento.