El pasado 1 de agosto de 2019, el director de marketing de la división de hoteles de Thomas Cook, David Child, comprometía a su empresa en la inversión de hasta 20 millones de euros en la isla con varios proyectos. Casi dos meses después, el gigante británico quebraba y esas inversiones quedaban en el aire. (Mira aquí todas las fotos)

En estos meses el Gobierno y el Govern han aportado fondos para paliar las pérdidas que la caída de Thomas Cook ha supuesto para el sector turístico de Balears, por los impagos y el hueco dejado en el mercado de reservas.

Sin embargo, las inversiones que en su día anunció Thomas Cook han seguido adelante. Tal y como publicó entonces Diario de Ibiza tras la reforma por la que se abrió Casa Cook en Cala Gració, la compañía tenía previsto construir una ampliación en un solar contiguo, entre el ya existente y el hotel Tanit.

Esa inversión no se ha visto afectada por la quiebra de Thomas Cook, puesto que el control del hotel ha pasado a estar en manos del fondo de inversión Westfort Capital Limited, propietario a su vez de la empresa que gestiona la operativa del hotel, Casa Gració Operation SLU, y que ha estado construyendo la segunda fase del establecimiento este invierno.

Se trata de un edificio de unos 3.000 metros cuadrados, cuya estructura se ha levantado en tan solo dos meses. Esto ha sido posible gracias a que se ha utilizado un sistema de módulos de hormigón prefabricados con los que se ha montado el esqueleto básico, ya que la idea de la compañía es abrir este mes de junio.

Los trabajos los han estado realizando unos 120 operarios de la constructora Hermanos Parrot.

Hace poco la empresa anunció que el hotel cambiaba de nombre y pasaba a llamarse Oku Ibiza. De esta forma, Westfort Capital Limited crea la marca Oku Hotels de la que dependen el de Ibiza y Oku Kos, en la isla de Cos, Grecia.

Este segundo edificio del Oku Ibiza contará con 49 suites de 60 m2 y una de 150 m2, con las que se quiere dar un servicio más personalizado, para lo cual también se ha aumentado la categoría del hotel. Oku Ibiza es el primer cinco estrellas de Sant Antoni.

Otra característica única de este establecimiento es que contará con una piscina de 50 metros de longitud, la única con estas medidas en Ibiza.

Pero esta ampliación del hotel de Cala Gració no era el único plan que tenía Thomas Cook para Sant Antoni antes de la quiebra. En sus planes de futuro se incluía la compra y remodelación de los apartamentos Casita Blanca, en el centro del pueblo. La intención del turoperador era convertirlos en uno de sus Club Cook, un tipo de establecimiento más orientado al público joven.

Sin embargo, esta idea quedó parada por la quiebra y ha sido desechada por su propietario, Antonio Riera, que, sin embargo, sí tiene la intención de reformar los apartamentos para mejorar la calidad.

Con una inversión cercana a los dos millones de euros, este bloque de apartamentos sufrirá una reforma importante con el cambio de la distribución de los apartamentos, de las zonas comunes, las terrazas e incluso la piscina.

Este proyecto está ahora mismo pendiente de la licencia municipal, por lo que aún no han empezado los trabajos.