El colectivo de taxistas de Ibiza ha acogido con disparidad de criterios la medida que plantea el Consell de Ibiza para que los taxímetros se paren cuando los coches superen los 100 kilómetros por hora, una medida que pretende evitar los excesos de velocidad entre algunos conductores.

El presidente de la Federación Insular del Taxi, Alejandro Cardell, considera que fijar este límite de velocidad a los 100 kilómetros «es demasiado ajustado». «Podemos entender alguna limitación, pero esta medida es demasiado exagerada», considera el representante de la agrupación mayoritaria de este colectivo.

Cardell también muestra su disconformidad con «todas las trabas que se están poniendo al sector del taxi». Cardell deja claro que están «dispuestos a dialogar de cualquier tema» y no rechazan de entrada ninguna propuesta, pero advierte de que «es increíble que, tanto por parte del Ayuntamiento de Ibiza como del Consell Insular ahora estén tan interesados en tantas regulaciones para los taxistas». «Parece que no hubiera ningún otro problema en Ibiza», sentencia.

Un margen como en las multas

Desde la asociación Elite Corsaris, su portavoz, Lolo Ruiz, recuerda que la propuesta para limitar la velocidad salió de algunos taxistas en una de las recientes reuniones mantenidas con el director insular de Transportes, Roberto Algaba. «Nos parece bien que se mejore la seguridad de los usuarios», subrayó, «pero quizás es demasiado justo el tope de 100 kilómetros hora». En este sentido, pone como ejemplo que «en las multas por exceso de velocidad, hay un margen del diez por ciento».

Ruiz también apunta que, sobre todo en la autovía del aeropuerto, «muchas veces son los propios pasajeros los que piden más velocidad, porque dicen que van a perder el avión. Elite Corsaris también se muestra favorable «a que se regule el sector», pero pide el mismo trato e inspecciones «para los VTC y para combatir a los taxis pirata». «Nos parece bien que nos controlen, pero también queremos inspectores para los que hacen competencia desleal», subrayó

Por su parte, el vicepresidente de la Asociación de Taxistas Profesionales de Ibiza, Joan Marí, advirtió de que la medida limitadora no será efectiva sin pasajeros y cuando el taxista vuelve de un trayecto, que es cuando se dan mayores casos de exceso de velocidad. Así, subraya que el problema se origina «por el hecho de que exista la preferencia para los conductores del respectivo municipio cuando hay gente en las paradas».

Esto provoca que los taxistas de Sant Josep vayan al aeropuerto, los de Vila al puerto o los de Sant Antoni a sus discotecas «a toda velocidad, porque saben que van a cargar seguro aunque haya 20 taxis de otros municipios esperando». Por ello, Marí subraya que la orden de carga que quiere actualizar el Consell debe eliminar esta prioridad en el caso de que haya gente esperando en las paradas.