Santa Eulària también pedirá a la Agencia Balear del Agua (Abaqua), empresa pública de la conselleria balear de Medio Ambiente, que le suministre más agua desalinizada para cubrir la demanda de la población. La alcaldesa, Carmen Ferrer, asegura que los técnicos están calculando el incremento del caudal que precisa el municipio y apunta que se debe a dos causas: el incremento de 2.300 usuarios tras la municipalización del servicio que prestaba Aguas del Torrente des Fornàs y, por otra parte, garantizar la calidad del agua mezclándola con la que se extrae de los pozos.

Ferrer explica que quedan 900 usuarios que se abastecen con un una red privada y que el Consistorio prevé también asumir, pero que por ahora no afectará apenas al volumen de agua desalada que demandará a Abaqua.

La empresa pública de Medio Ambiente ha requerido a los cinco ayuntamientos de la isla para que le informen sobre cuánta agua desalinizada prevén consumir de junio a septiembre (la demanda máxima diaria) al objeto de planificar y garantizar el suministro a todos los municipios. La producción de las tres desaladoras no es suficiente para cubrir las puntas de demanda de la temporada turística, por lo que se debe repartir en función de las necesidades reales de cada municipio, según la conselleria de Medio Ambiente.

Santa Eulària es el municipio que, porcentualmente, menos depende del agua desalada para abastecer a la población. De los 5,8 millones de toneladas de agua que el municipio consumió el año pasado, un caudal de 1,1 millones se obtuvo de la desaladora, lo que supone un 16,7%. En cambio, el consumo de Vila fue del 90,2% y el de Sant Josep, del 73,6%. En todo caso, actualmente la población de Sant Josep se abastece íntegramente de agua desalada, según el primer teniente de alcalde, Ángel Guerrero.

Ferrer niega que el incremento que solicitará, que aún no puede concretar, sea para garantizar el desarrollo de nuevas zonas urbanas en el municipio . «El agua que pedimos es parta abastecer a la población actual [la que se suma tras la municipalización de Aguas del Torrente des Fornàs] y suministrarla con los estándares de calidad que marca la normativa sanitaria», destaca la alcaldesa.

Los acuíferos de Santa Eulària están en buen estado

A diferencia del caso de Sant Josep, los acuíferos de Santa Eulària están en «buen estado». Pese a ello, el Ayuntamiento mezcla, también durante los meses de invierno, el agua de los pozos con la que produce la desaladora.

Ferrer explica que el equipo de gobierno tiene diversas inversiones programadas para disminuir las fugas de la red pública. «No sólo se cambian las canalizaciones más antiguas, sino que también se instalan sistemas de prevención y control y se cambian contadores viejos», indica.

El consumo de agua desalada se ha disparado en la última década en la isla un 84%, lo que evidencia la dependencia de la producción de las desaladoras. Tras la puesta en marcha de la planta de Santa Eulària, el caudal de agua desalada en Ibiza aumentó el año pasado casi un 30%. Hasta el año pasado, el mayor aumento del consumo de agua desalinizada se produjo en 2015, cuando se sufrían los efectos de la sequía, con una subida del 9,3%.

Sant Josep pedirá a Abaqua de cara al próximo verano un incremento del caudal de 2.000 toneladas al día para cubrir las puntas de máxima demanda. Este es el déficit que sufrió el año pasado el municipio y que obligó a abastecer con agua salinizada de pozo a la zona de sa Caleta.