Manu San Félix acomete una nueva aventura de la mano de National Geographic (NG), esta vez a los llamados fiordos chilenos, en la Patagonia occidental, como integrante del que se ha convertido en el proyecto estrella de esa organización científica, 'Pristine Seas'. Desde hace años, San Félix coordina expediciones por todo el mundo y es uno de los miembros destacados del equipo, que dirige Enric Sala, como director de imagen de todo lo que se filma y fotografía bajo el agua. En principio, National Geographic iba a mantener el proyecto de 'Pristine seas' hasta este año, pero el éxito y los resultados obtenidos han hecho que continúe hasta 2030.

En esta expedición a Chile, Manu San Félix va acompañado de otro buceador especializado de Formentera, Yaqui Mennes, y forman parte del equipo de 15 personas en el que hay científicos, buceadores experimentados y logistas. Tras tres semanas de navegación por uno de los lugares más impresionantes del planeta, entre montañas y glaciares, volverán el 10 de marzo. Durante su estancia en la zona Manu San Félix mantendrá informados a los lectores de Diario de Ibiza a través de sus crónicas.

Su primer destino es Punta Arenas, en Chile, allí aprovechará para aclimatarse y «grabar un barco hundido, también el Parque Nacional de Torres del Paine, y una pingüinera de pingüino rey».

Desde ese puerto embarcarán después en el 'Hanse Explorer', un buque tipo crucero, fletado por NG,que puede navegar por el hielo: «Iremos por el Estrecho de Magallanes, a través de un maravilloso laberinto de fiordos; de hecho llamamos así a la expedición», relata.

Recuerda que el compromiso internacional, a través del Tratado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) de protección de los océanos, suscrito por 190 estados, incluido España, «era proteger el 10% de la zona marina» de cada país adherido, un objetivo que no se ha cumplido.

Manu San Félix es muy crítico con la declaración de las reservas marinas: «Aquí en Balears tenemos el debate de qué quiere decir protegido y, con todo el respeto hacia la Administración no coincido con los criterios, en las islas debemos ser más ambiciosos y proteger de verdad y eso significa no pescar tanto. En Balears esa extensión en la que no se puede pescar representa el 0,16 %, en el resto se puede pescar casi todo sin límite», asegura.

La situación en el resto del país tampoco se acerca a ese compromiso del 10% de protección: «El problema en España es que se crean reservas marinas protegidas en la que la limitación a la pesca es prácticamente inexistente, lo vemos aquí en la Reserva de es Freus, pero se repite por todas partes».

Medidas urgentes

San Félix insiste en que se deben tomar medidas urgentes y expone algunas de las conclusiones que maneja la ONU sobre el estado de conservación de los mares y océanos: «Actualmente el 90% de los caladeros del planeta están agotados y no es que lo diga yo, es un informe de la ONU en el que también se advierte de que en este siglo XXI nos enfrentamos a la extinción de un millón de especies. Otro informe del pasado año señala que hemos eliminado el 90% de los grandes peces de los mares y océanos, en el Mediterráneo los tiburones que hemos exterminado alcanzan el 99%. Son datos que hablan por sí solos».

Destaca, al mismo tiempo, que National Geographic aprovecha su influencia como sociedad científica y divulgativa de prestigio internacional para impulsar la protección de los mares y océanos. Desde hace años desarrolla esa labor con su proyecto 'Pristine seas' que ahora se alarga diez años: «El objetivo para 2030 es conseguir la protección del 30% de la superficie de los océanos del planeta».

La labor que realiza el equipo comandado por Enric Sala en sus expediciones «es inspirar a los gobiernos para que se den cuenta de que tienen joyas naturales que tienen un valor y que están amenazadas». Por eso el trabajo que realizan se basa en estudios científicos, tras la recopilación de datos y observación, y «en la divulgación y comunicación para transmitir esos valores».

En la zona de los fiordos chilenos, la expedición persigue transmitir ese mensaje de protección de uno de los enclaves vírgenes del planeta y al mismo tiempo desarrollar una labor de defensa de derechos humanos, intrínseca de la organización.

Esa parte humana tiene que ver en esta expedición con el pueblo indígena kawéskar. Este aspecto lo aborda el director para América Latina de National Geographic, Alex Muñoz, que recupera la historia de este pueblo aislado que habita esas zonas inhóspitas y heladas y que sufrió en el siglo XVIII y XIX asesinatos y secuestros, incluso se llegaron a pagar recompensas por sus cabezas. Algunos de ellos fueron trasladados a Europa y mostrados como animales de feria.

Actualmente los miembros del pueblo kawéskar se hallan inmersos en un proceso de reivindicación para negar que estén a punto de la extinción, tal como se ha insistido en más de una ocasión. Por eso han emprendido una lucha para recuperar sus tierras, y la defensa y la protección del mar su principal reivindicación. Manu San Félix subraya que National Geographic no solo trabaja en el campo de la naturaleza sino que siempre ha defendido los derechos humanos y la igualdad social. «La conservación de la naturaleza siempre va ligada a la defensa de los derechos humanos y la igualdad social, eso no es separable, si no proteges a las poblaciones cómo vas a proteger el entorno en el que vive», afirma el biólogo.

En esta expedición explica que durante veinte días van a estar navegando sin ver a nadie: «Son lugares en los que prácticamente no hay huella humana, allí están los bosques de kelp, que llegan a crecer hasta medio metro al día, es increíble».

Pero también explicarán las amenazas: «Una importante es la industria salmonera, que concentra grandes cantidades de ejemplares en jaulas. Los salmones son muy voraces vienen del norte y los colocan en el sur, esto genera un impacto medioambiental y sanitario que obliga al uso de antibióticos que luego nos comemos», subraya Manu San Félix.