Dos hombres se enfrentan a una pena de cárcel de 11 meses y 29 días por forzar presuntamente una puerta y robar varias camisetas de la tienda Zara, en Ibiza, el 30 de octubre de 2018. J.,T.O., uno de los acusados por este presunto robo con fuerza [y por el que fue detenido por la Policía Nacional], reconoció ayer en la vista oral, celebrada en el juzgado de lo Penal número 1, haberse llevado «dos o tres camisetas», pero negó haber forzado una puerta y que estuviera implicado en el delito el otro denunciado (J.C.P.), quien negó los hechos y declaró que solo pasaba por allí. La jueza, Clara Ramírez de Arellano, dejó el juicio visto para sentencia.

«La puerta estaba abierta y yo cogí dos, tres o cuatro camisetas y las guardé en una bolsa. El de seguridad me cogió y me tiró al suelo y el vigilante recuperó las prendas. Esa es la pura verdad», explicó J.T.O. en el juicio, que negó haber forzado la puerta con el método del 'resbalón'. «Llevaba una espátula porque soy pintor», le respondió el acusado a la fiscal.

El otro denunciado por este robo con fuerza declaró que cuando iba de camino al comedor social de Cáritas se encontró con J.T.O. y que solo le saludó porque le conocía del CAD (Centro de Atención a las Drogodependencias). «No hice nada. Yo le vi fuera del establecimiento, solo fueron cinco segundos y no sé qué llevaba», manifestó J.C.P.

A continuación, declaró el vigilante de seguridad que interceptó a uno de los presuntos ladrones. Aquella mañana estaba dentro del coche esperando a que abriera el establecimiento cuando vio a dos personas «forzando» una puerta «con una especie de espátula». El trabajador vio a uno de ellos acceder a la tienda y salir con bolsas, mientras el otro esperaba en el exterior, con actitud «vigilante». Se marcharon a otra zona cercana y el vigilante los siguió y vio cómo guardaban camisetas en bolsas de basura. «Les dije quién era, me dijeron que no habían hecho nada y retuve al que había entrado hasta que llegó la Policía Nacional», contó el empleado de la empresa de seguridad, que añadió que antes de que llegaran los agentes el ladrón se había deshecho de la espátula y de otros artículos.

Uno de los tres policías nacionales que declararon en la vista oral explicó que en esa mañana el presunto ladrón, con antecedentes policiales, había dicho que no tenía «nada que ver con lo ocurrido, «como dice siempre», según añadió el policía.

Tras las declaraciones, el Ministerio Público y la acusación particular pidieron una sentencia condenatoria, ya que queda acreditado el robo con fuerza en grado de tentativa. «El vigilante dice que los dos forzaron la puerta y que había intentado retener a los dos, aunque se centró en el que había salido del establecimiento. Su versión es coherente con la ofrecida en la instrucción del caso. Él se encargaba de vigilar esa puerta y decidió intervenir al ver que estos dos hombres llevaban prendas [de Zara]», expuso la fiscal, que remarcó que uno de ellos se «despojó» de la espátula con la que forzaron la puerta, mientras que el otro ayudó a poner el objeto del delito en bolsas.

En contraposición, la defensa pidió una sentencia absolutoria y criticó que se pidieran penas tan altas cuando se trata de un hurto porque, según su versión, «la puerta estaba abierta».