Bartomeu Serra es catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial en la Universidat de les Illes Balears (UIB), experto en ciberseguridad y en Internet de las Cosas y director del proyecto Smart UIB que se lleva a cabo en el campus universitario. El miércoles participó en la mesa de expertos sobre Smart Island que organizó Diario de Ibiza.

¿En qué consiste el proyecto Smart UIB?

Es la apuesta de la universidad para trabajar en el contexto de las ciudades inteligentes o islas inteligentes como es nuestro caso. El campus de la UIB es una ciudad con 18.000 personas, con lo que resulta ideal para poner en práctica proyectos smart que se puedan extrapolar rápidamente a cualquier ciudad o isla. Trabajamos con una visión totalmente mediterránea y con las realidades de nuestro entorno.

¿Cuáles son las bases del proyecto?

En una visión rápida me gusta decir que smart son las siglas de sostenible, multidisciplinar, aplicado, regenerativo y transformador. No se trata de un enfoque solo tecnológico, sino que va más allá.

¿Podría ahondar en estos conceptos?

Sostenible porque abordamos el ahorro de energía o la gestión de residuos entre otros aspectos; multidisciplinar porque contamos con profesores y alumnos de conocimientos muy diversos, desde ingenieros a filósofos; aplicado porque trabajamos en realidades que funcionan, se ven y se pueden poner en marcha inmediatamente; regenerativo porque aprovechamos la experiencia del pasado para actualizarla, como puede ser la recogida de aguas pluviales como se hacia antiguamente en nuestra cultura, y transformador porque aspiramos a conseguir una sociedad mejor.

¿Cuáles son las líneas de actuación de Smart UIB?

La primera son las personas, nos interesa mucho la salud, que está relacionada con el medio ambiente a través de factores como el control de partículas contaminantes o que el puesto de trabajo sea lo más saludable posible. El resto son la energía, el agua, el medio ambiente y el territorio.

¿Algún ejemplo concreto?

Uno muy gráfico y relativamente fácil de realizar tiene que ver con la movilidad. En el campus hemos visto que en lugar de los 5.000 coches que creíamos que aparcaban todos los días, el número oscila entre los 3.200 y 3.400. También hemos analizado las horas punta para ver con qué clases coincide la máxima afluencia de vehículos y relacionarla con los atascos a la entrada del campus.

Otra iniciativa es Ca ses Llúcies. ¿En qué consiste este proyecto?

Se podría decir que aborda la rehabilitación de una casa tradicional pero es mucho más. Se trata de un laboratorio de innovación en sostenibilidad en el ámbito de la construcción en el Mediterráneo. Es de destacar que se ha utilizado el aislamiento con paja como se hacia antiguamente, entre otras técnicas para hacer que la casa sea sostenible. Pero lo más interesante viene ahora, ya que se convertirá en una plataforma para hacer pruebas de Internet de las Cosas (IoT) o integrar distintos sistemas de generación de energía, entre otros ejemplos. De momento, hemos conseguido finalizar la construcción.

¿Los resultados se podrán traladar a cualquier otro lugar?

La buena noticia es que se trata de un laboratorio que será público y abierto a la sociedad. Esta fuente de producción de datos sirve para obtener indicadores y analizar si los proyectos que se implantan tienen utilidad. También es un lugar para detectar posibles problemas y resolverlos.

¿Esta iniciativa se puede realizar en cualquier otra casa?

Todas las iniciativas que realizamos en Smart UIB tienen como objetivo que se puedan poner en práctica inmediatamente en cualquier otro entorno.

¿Cualquier empresa o institución puede colaborar con Smart UIB?

Por supuesto, además de desarrollar proyectos conjuntos podemos poner en marcha innumerables iniciativas tanto, en Eivissa como en cualquier otro lugar del Mediterráneo.

¿Existe alguna otra universidad con un proyecto similar?

En España , que yo sepa, no hay ninguna universidad con un proyecto global, aunque muchas sí trabajan en asuntos relacionados con las smart cities.